El filósofo y pedagogo Gregorio Luri Medrano reclamó hoy en Valladolid que Castilla y León no se conforme con los “magníficos” resultados educativos y apostó por reducir los 60 puntos de diferencia en comprensión lectora, que suponen dos cursos, entre los alumnos con mayor formación frente a los de peores resultados. “Todos querrían los resultados de la Comunidad pero olvídense de compararse con nadie y compárense con sus propias aspiraciones. Nunca hay que conformarse con lo que uno hace bien sino con lo que se puede hacer bien”, aseveró, tras reiterar que la educación en Castilla y León está “muy bien” pero es “mejorable”.
Con motivo de la conferencia inaugural ‘¿Son evidentes las evidencias pedagógicas?’ de la Jornada de Difusión para la Mejora del Éxito Educativo, Luri aseguró que reducir esa diferencia debe ser una “exigencia moral” y los alumnos con menos recursos sepan que la Administración está peleando por ello, sin tener que disminuir los niveles de los alumnos con mejores notas.
En presencia del presidente de la Junta, Alfonso Fernández Mañueco, valoró que Castilla y León esté en lo alto de PISA como un referente para otras comunidades, “sin aspavientos” y que prioriza “el hacer a estar diciendo lo que se hace”. En este sentido, recordó que Finlandia, “con muchos menos argumentos que ustedes”, convirtió sus resultados en una campaña de márketing internacional. “Llevo muchos años diciendo que si se quiere aprender algo sensato de educación hay que viajar a Soria y no a Helsinki. Y hoy, los hechos me han dado, contundentemente, la razón por que Soria no solo ha obtenido, siempre, mejores resultados que Finlandia sino que, además, los últimos PISA demuestran que es mucho más resiliente”, aseveró.
A su juicio, la “clave de bóveda” de un sistema educativo es que los docentes “sepan por qué hacen en cada momento lo que hacen” y, además, disfruten “razonablemente” con ello, a pesar de los días malos. Además, destacó que Castilla y León fue uno de los territorios donde comenzó la innovación pedagógica, con experiencias como en la escuela de Villablino (León), que defendió que el “castigo consiste en prohibir a los niños ir a clase” pero también que el alumno acuda al colegio para “descubrir la belleza y la grandeza del mundo”.
En este sentido, Luri reconoció, según recogió la Agencia Ical, que no hay método superior al de una escuela “suficientemente buena” al considerar que hay que dejar la excelencia para “otros” pero también que la calidad de una escuela radica en el aprendizaje de un alumno. También declaró que se habla mucho de innovación disruptivo pero no hay nada más disruptivo que el sentido común.
Gregori Luri apostó por sistemas educativos en tensión tras señalar que el informe PISA ha demostrado en los últimos años “lo fácil que se puede caer”, como ha ocurrido con el “hundimiento” de Finlandia. “Tengo plena confianza y fe ciega en ustedes, porque lo están haciendo bien. Así que mantengan el sistema en tensión, que es tener en mente a lo que legítimamente se puede aspirar”, sentenció.
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