Juan Vicente Herrera revalidó este viernes su cargo como mandatario de la Junta de Castilla y León. El líder popular, que cumplirá 60 años en enero, continúa así al frente de una institución que preside desde el 2001, pero tendrá que lidiar con un escenario diferente a partir de ahora, el de la ausencia de la mayoría absoluta.
En las elecciones del 24 de mayo, el Partido Popular se quedó a un procurador de obtener el número necesario para gobernar sin apoyos, por lo que, en la sesión de investidura celebrada ayer, fue necesaria la abstención de los cinco representantes de Ciudadanos, encabezados por Luis Fuentes, que optaron por permitir el gobierno de la lista más votada.
El abrazo posterior en el que se fundieron Herrera y Fuentes invita a pensar que su relación será buena durante la legislatura que ahora comienza. Al otro lado, los 37 procuradores restantes (25 del PSOE, diez de Podemos, uno de Izquierda Unida y otro de UPL) ya han expresado su intención de realizar una fuerte oposición contra el veterano dirigente del PP.
De este modo, la entrada de los nuevos partidos, uno más afín que el otro al Partido Popular, y la pérdida de fuerza electoral de la formación mayoritaria, augura un tiempo distinto en la institucion regional, una etapa en la que, por el momento, Herrera ha anunciado una bajada del tramo autonómico del IRPF, una inversión por el empleo y un intento de reforma del Estatuto.
EL EQUIPO, ESTE MARTES
El propio Juan Vicente Herrera anunció, tras su elección como presidente, que dará los detalles acerca de su nuevo equipo de trabajo el próximo martes. Cabe esperar que, en este organigrama, Rosa Valdeón tenga un papel especialmente importante.
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