Bajo cero, desafiando el intenso frío de este mes de enero, los componentes de la Banda de Cornetas y Tambores de la cofradía de Jesús Nazareno retomaban en la tarde de ayer sus ensayos tras el paréntesis navideño.
Con todas las precauciones, a cielo raso, y la esperanza de que su redoble y sus cornetas marquen la arrancada de la procesión a las cinco de la madrugada el Viernes Santo. "Si ese momento emociona, nos pone a todos un nudo en la garganta, también lo hacen estos ensayos en la intimidad, en los rigores del invierno, preparando el camino a la Semana Santa con toda la ilusión, sin desfallecer. Son admirables" señalan desde la cofradía.
Jesús Nazareno ha querido mostrar "nuestro agradecimiento y nuestro orgullo siempre a ellos, Barandales de Honor y honor para los cofrades y damas a quienes nos abren paso por las calles".
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