Al principio costó. La disposición de las sillas invitaba a ello pero el público permaneció sentado mientras sonaba España Cañí, Ayamonte o El Gato Montés. Hubo que esperar hasta los primeros acordes de Carrascosa para que una pareja se levantara de sus asientos y se atreviera a bailar la primera pieza recibiendo una gran ovación por parte del público. Una vez abierta la veda, decenas de parejas se acercaron hasta la pista central creada en la Plaza de la Constitución para continuar bailando a ritmo de pasodoble. 

En apenas unos minutos, de la timidez inicial se pasó a los aplausos, a los ‘olés’ y a los ‘otra, otra’. Y así hasta los cuatro bises que tuvieron que realizar la Banda de Música de Zamora y la Banda de Espinho hasta las once de la noche al son de Campanera o Paquito el Chocolatero.

El festival hispanoluso de Bandas de Música y Ensembles de Viento cumplía diez años y había que celebrarlo. Desde la organización avisaron: era un concierto para bailar. Y así fue. La última jornada del consolidado encuentro musical supuso el colofón a diez días llenos de música también desde primera hora de la mañana y no solo en el centro de la capital. 

Con motivo de su décimo aniversario, la banda presidida por Sara Pérez Tamames y dirigida por Manuel Alejandro López quiso festejar la efeméride llevando la música a los barrios en pequeños conciertos matinales y ‘paseándola’ de forma itinerante con los pasacalles vespertinos, las dos principales novedades de la presenta edición. 

Pese a que el cambio de ubicación a la Plaza de la Catedral iba a ser otra de las modificaciones del programa, finalmente la Plaza de la Constitución volvió a ser el epicentro del festival al coincidir en fechas con el Domo Musical. Poco importó el cambio de última hora ya que los espectadores volvieron a abarrotar cada uno de los conciertos, una respuesta por parte del público que fue agradecida por parte de Soraya Merino, concejala de Juventud, Teatro, Archivo y Patrimonio del Ayuntamiento de Zamora. 

Asimismo, durante este año se incrementó el número de conjuntos portugueses en el festival con la participación de Fajoes, Percu Paços, Clarinetissimo Ensemble y Cidade de Espinho. Precisamente fue con esta última agrupación con quien la BMZ quiso compartir el festivo concierto de este domingo, que también sirvió de hermanamiento entre las dos Bandas tras diez años compartiendo música sin fronteras. 

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