De la biblioteca de María Cristina de Borbón a Zamora

La exposición dedicada al libro de artista en la colección de Ignacio Parrilla invita a sumergirse en un universo donde la palabra, la imagen y la forma se funden para crear una experiencia visual única.

Colección Ignacio Parrilla
Colección Ignacio Parrilla

El libro de artista se alza como una manifestación autónoma dentro del arte contemporáneo, alejada tanto de la pintura tradicional como de la literatura convencional. Su esencia reside en la libertad creativa: en él, los elementos visuales invaden el terreno poético, dando lugar a obras que trascienden el significado literal de las palabras.

La exposición, una cuidada selección de la colección Luz sobre papel del artista y coleccionista Ignacio Parrilla, muestra parte de un fondo de más de 3.500 piezas entre libros ilustrados clásicos, grabados y libros de artista. Entre ellas, destacan ejemplares procedentes de colecciones históricas como las de la reina María Cristina de Borbón o el Marqués de Casa Torres, así como de bibliotecas personales de creadores como el arquitecto Luis Gutiérrez Soto o el músico Ramón Barce.

Ignacio Parrilla (Zamora, 1956), figura clave en el arte multimedia español y director del Museo de la Luz, ha dedicado más de treinta años a reunir este archivo visual y sensorial. La muestra ofrece un recorrido que comienza con antecedentes históricos como Los Disparates de Goya o El Quijote ilustrado por Doré y Dalí, y se adentra en el arte de vanguardia con obras de Miró, Tàpies o autores del Pop Art.

Especial atención merece la figura de Edward Ruscha, considerado el pionero del libro de artista moderno con su emblemático Twenty-six Gasoline Stations (1963), que puede contemplarse en esta exposición. Su visión del libro como objeto artístico reproducible sentó las bases para un formato radicalmente nuevo.

La muestra reúne también obras de nombres fundamentales como Roy Lichtenstein, William Kentridge, Isidoro Valcárcel Medina, Sophie Calle, Shirin Neshat, Joan Fontcuberta, Antoni Muntadas, Marina Abramovic o Carla Zacagnini, entre muchos otros. Todos ellos han utilizado el libro no solo como soporte, sino como medio de experimentación estética y conceptual.

Lejos del libro ilustrado clásico, el libro de artista convierte al formato en laboratorio de ideas, donde el papel, la tipografía y la secuencia de páginas se transforman en materia expresiva. Esta exposición invita al visitante a redescubrir el libro no como un objeto de lectura, sino como un territorio plástico y sensorial en constante exploración.

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