Uno de los actos más íntimos de la Pasión de Zamora, un momento de recogimiento interior dentro de la Santa Iglesia Catedral, el momento más puro en el que la Cofradía del Silencio desciende al Santísimo Cristo de las Injurias que queda a escasos centímetros de unos pocos que le tienen más cerca que nunca.
El Señor de Zamora sobrevuela la Catedral con un juego de poleas que permiten que ya descanse sobre su mesa procesional para desfilar el MIércoles Santo. Mesa procesional que este 2022 ha sido restaurada en Sevilla y que hará que luzca con el estado original de la misma. Se ha ha sustituido el pan de oro italiano que llevaba la mesa por uno nuevo, además de llevar a cabo una restauración de la policromía de las figuras de la mesa y los faroles.
La Real Cofradía del Santísimo Cristo de las Injurias ha llevado a cabo este acto que ha comenzado con un emotivo rezo de todos los presentes antes de bajar al crucificado del lugar habitual que ocupa en su capilla durante todo el año y sobrevolar a los presentes en la Catedral de San Salvador para ser colocado minuciosamente en su mesa.
Este momento, desconocido para muchos, congrega cada vez la expectación de más personas que viven en silencio un momento impactante de la Pasión zamorana.
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