La Diócesis de Zamora celebraba este sábado en el Seminario la tercera edición de los Premios San Atilano, galardones con los que se busca "dar las gracias" a los premiados, uno "por su labor más social" y otro por un aspecto más "intraeclesial", según explicaba el obispo Fernando Valera.
Acompañados por alrededor de medio centenar de personas, los premiados recibieron los premios en una mañana donde la música y la fraternidad estuvieron presente. "En esa confluencia del servicio a los demás hacemos un camino común y un trayecto donde la humanidad, el respeto y el cariño se hacen explícitos", recalcaba Valera.
Una jornada sabatina donde José María Calvo en la categoría eclesial y Maribel Escribano en la categoría social fueron homenajeados por su labor en la sociedad zamorana.
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