La segunda edición del Festibalc ya es historia. A última hora de este sábado, el concierto de Tuxedo servía para echar el cierre a una cita que ha vuelto a hacer levantar la cabeza a todos los amantes de la música y la cultura en la ciudad.
La cita ha conseguido el respaldo del público en una edición diferente a la primera en muchos aspectos, empezando por el cambio de ubicación a la plaza del Maestro Haedo, pero que ha vuelto a tener un denominador común: el de las actuaciones desde los balcones. Esta vez, más variadas y más estructuradas que en el Festibalc 2015.
Esa organización ha permitido dar cabida a catorce grupos en apenas día y medio de conciertos. Muchos de ellos actuaron en la doble jornada del sábado, que arrancó con la sesión vermú y se prolongó hasta pasada la medianoche, antes de que los seguidores más entregados pudieran completar la noche con la fiesta preparada en La Cueva del Jazz.