Se acaba el carnaval. Después de cinco de días de fiesta y actividades, este martes el desfile central de este periodo festivo daba por concluida esta celebración. Un desfile que reeditaba lo visto el sábado por las calles de Zamora aunque en esta ocasión con mucha menos expectación.
Varios motivos llevaron a este descenso de público. La amenaza constante de lluvia, que por momentos hizo acto de presencia, la hora y el hecho de que el miércoles los más jóvenes regresen al colegio se tradujeron en ese descenso de público. No obstante, la ilusión fue la misma que la vivida el sábado.
Los grupos fueron saliendo uno a uno, en un orden aleatorio. Es cierto que faltó alguna agrupación que decidió no arriesgarse ante las previsiones de lluvia, pero todos los que se echaron a la calle lucieron sus disfraces para divertirse y divertir a los zamoranos que esperaban el paso de la comitiva desde las aceras.
Pavos reales, lámparas, cuadros, soldaditos de juguete, venecianos, abejas, setas y un sinfín de grupos iban desfilando sin perder la sonrisa pese a la amenaza constante de la lluvia. Una lluvia intermitente que si bien restó algo de brillantez al acto, no quitó la ilusión de todos los participantes que despedían un año más el carnaval.
Las formaciones de carnaval desafían a la lluvia para cerrar los días de fiesta
La lluvia hizo acto de presencia durante varios tramos del recorrido, pero todas las formaciones participantes pudieron mostrar sus trajes por segundo día de desfile. La amenaza de lluvia, la hora y el hecho de que el miércoles llegue la vuelta al colegio se tradujeron en una menor afluencia de público para ver el desfile.
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