Goyo Jiménez: “En este trabajo, tú eres lo que logras en los demás, no lo que tú crees”

El contrastado artista regresa a Zamora con su espectáculo ‘Aiguantulivinamérica 3’, la parte final de su trilogía americana

1 Comentarios

Goyo Jiménez Zamora
Goyo Jiménez Zamora

Goyo Jiménez es sinónimo de carcajada, de alegría, de sonrisa. Toda una vida ligada al mundo de la interpretación con sus monólogos por bandera. Y este jueves, la sociedad zamorana disfrutará de ‘Aiguantulivinamérica 3’, la parte final de la trilogía americana que está recorriendo el país y que tratará de hacer reír a toda una ciudad en el Teatro Ramos Carrión, que se colgó hace más de una semana el ‘sold out’.

Goyo, no sé si es consciente de que has agotado las entradas para el ‘Aiguantulivinamérica 3’. ¿Qué tiene Goyo Jiménez que tanto encandila a la gente zamorana?

Bueno, en general está siendo así en la mayor parte de los sitios a los que vamos y en cada función aquí en Madrid. Entonces supongo que algo tengo que estar haciendo bien; no sé muy bien que es, sinceramente, pero algo tengo que estar haciendo bien. La gente lo que busca es divertirse y debe ser eso; salen divertidos, porque no creo que nadie pague por una cosa que no obtiene.

Mensaje del 1 de septiembre de 2012 (día de tu primera actuación en la capital) en tu perfil de Twitter: “Resultado final: Agotado pero felicísimo. Gracias, Zamora”. Pregunta a la inversa: ¿Y qué tiene Zamora para encandilar a Goyo Jiménez?

Yo soy muy señor mayor. Me gustan mucho las ciudades con historia, las ciudades en las que la belleza está en la piedra, en el paso del tiempo, con huella… Y evidentemente Zamora es de esas ciudades. Hay otras personas a las que les gusta mucho las arquitecturas modernas y los ambientes modernos; yo soy muy clásico. Entonces me siento muy a gusto en ciudades como Zamora. Me gusta la “arruga”; la “arruga” es bella y en Zamora más.

Para todos aquellos que no hayan visto ningún show de esta trilogía… ¿Qué pueden esperar, además de las risas? ¿Cómo es el show?

Lo que descubrirán es un universo con el que llevo más de 20 años, que es mirarnos a nosotros mismos en el espejo de la ficción americana. No hay mejor forma de ver nuestras peculiaridades que con algo que conocemos todos, porque estamos aburridos de ver series y películas americanas. Es muy sorprendente, porque la mayor parte de la gente que ve el show, que me ha visto en vídeos, lo primero que destaca es que no tiene nada que ver el directo con ver un vídeo grabado. En directo es una experiencia muy mágica y es como una especie de liturgia de la diversión… Creo que se van a ir bastante sorprendidos los que nunca hayan visto nada en directo de lo que hago.

¿Nos comparamos mucho los españoles con los americanos?

Los españoles nos castigamos mucho en general. Nos comparamos mucho. Ahora se dice mucho últimamente lo de “los países de nuestro entorno” para justificar cosas. Estamos siempre comparándonos para lo malo, y hay que compararse para lo bueno. Los españoles tienen muchas ventajas que no tienen los países de nuestro entorno, entonces deberíamos castigarnos menos y compararnos para bien, aunque eso peque muchas veces de chovinismo… Cuando una cosa está mejor aquí, hay que decirla y punto.

En la pandemia las pasé canutas porque “me actuaba encima”, necesitaba hacer cosas. Las personas con las que pasé el confinamiento los tenía amargados. Me decían: ¿Por qué no haces directos de Instagram como todo el mundo? Y yo: “Es que no es lo mismo”

Muchos se preguntarán… ¿Por qué la parte final de la trilogía? ¿Algo en especial?

La tres es la que no está vista en general. Mi problema es que soy demasiado productivo escribiendo y construyendo, y entonces se me juntan los espectáculos y no me da tiempo a llevarlos a los sitios. Esto es un problema que tengo con mi productora, que me echan la bronca y me dicen: “Deja de escribir y de estrenar cosas”, pero de hecho en mayo estoy estrenando espectáculo nuevo, que quiero hacer y se va a llamar Misericlás, y tengo este problema. Hay muchos sitios donde no he ido ni con la dos. Ha habido sitios donde he tenido que llevar la trilogía completa, pero también es cierto que tenemos los huecos que tenemos. Hemos llegado hasta Nueva York actuando con este espectáculo. Empezamos en Bruselas la gira europea, que es muy propia porque es la capital política del continente, y también vamos a recorrer capitales europeas. Se hace complicado encontrar huecos de fechas para hacer toda la ‘plancha’ que voy acumulando... Es superior a mis fuerzas, no puedo parar.

Casi 40 años de trayectoria profesional. Monólogos, teatro, cine, televisión, radio… Pero si tuvieras que quedarte con algo, ¿con qué sería? 

A mí me gusta mucho todo lo que hago. Me acabas de ‘pillar’ saliendo de trabajar con Alsina en la radio y me encanta hacer radio, tele, cine… Pero donde evidentemente más partido me saco y donde soy más feliz, y se me nota, es encima del escenario. Pudo estar sin hacer radio, puedo estar sin hacer cine, sin hacer tele… Pero no sin hacer teatro. Nunca dejo de hacerlo. Hay otros artistas que desaparecen; compañeros que tienen la capacidad de desaparecer uno, dos añitos… A mí me cuesta mucho. Debo de tener algún tipo de exhibicionista dentro, pero me cuesta mucho. En la pandemia las pasé canutas porque “me actuaba encima”, necesitaba hacer cosas. Las personas con las que pasé el confinamiento los tenía amargados. Me decían: ¿Por qué no haces directos de Instagram como todo el mundo? Y yo: “Es que no es lo mismo”. No es lo mismo actuar para una cámara que actuar en directo, que hablarle a la gente, que hacerle bromas en vivo… La vida es congregarse con otros; que no somos islas, que hay que tener contacto con otros físicamente por mucho que nos teletrabajen… Necesitamos a los otros físicamente.

¿En qué proyectos está inmerso en la actualidad? ¿Se prevé algo nuevo para este 2023?

Si no se tuercen las cosas, preestreno un espectáculo nuevo que quiero dar un giro bastante importante a lo que venía haciendo hasta ahora. que se llama ‘Misericlás’ y que va a ser sobre la situación vital en la que estamos. Un espectáculo entre filosófico y sociológico para hablar de cómo estamos en el mundo ahora mismo y sacar algún tipo de tesis que nos ayude a tirar para adelante y ser felices. Y luego estoy con un proyecto televisivo, un programa de humor, del que todavía no puedo hablar. Estoy con estas dos cosas inmediatamente; después, tener abiertas carpetas para hacer alguna película todas las del mundo.

¿Y cómo es la vida de un artista? Tienes 15 shows, repartidos por Madrid, Zaragoza y la propia Zamora, solo en febrero.

Sí, sí, tengo bastante trabajo “en funciones”. Luego estoy en la radio, el otro día estaba grabando un nuevo proyecto de televisión como concursante… Vas haciendo aquí y allá, y es cierto que bastante ajetreado, pero vamos, no me quejo en absoluto. Con la que está cayendo y lo que está pasando mucha gente, estoy yo como para quejarme. Me gustaría tener un poquito más de tiempo entre función y función, más calma, pero bueno, no me quejo.

No me gusta ir a hacer una cosa recitada: me gusta ir a sentirme allí y esa es mi idea. Hay que formar parte del contexto.

¿Cuánto tiempo le lleva preparar una actuación? ¿Y cómo es ese proceso de preparación?

Pues he llegado a escribir en tres días 50 páginas de guion, al igual que me he puesto y he tardado muchísimo porque se me atasca un proyecto… Hay que ponerse todos los días. Y luego te puedes imaginar: si tengo funciones, voy sacando el tiempo por donde puedo, pero se vuelve bastante complicado. Al final, un espectáculo nunca está acabado, porque por mucho que escribas, el escenario marca la diferencia y yo, sobre la marcha, improviso muchísimo. Ahora está muy de moda la improvisación en el monólogo; yo vengo haciéndolo desde que empecé, y la gente que lo ve lo sabe. Me gusta mucho improvisar, porque ahí es donde notas el pulso de verdad; una cosa es lo que se te ocurra en tu casa y otra cosa es la realidad con el público y cómo reacciona. Después también está el hecho de que me gusta ser diferente, porque si no me aburro. Me aburro yo y se aburre el público. Cada función es singular y hay que planteárselas así. Cuando llegue a Zamora me enteraré de cómo va la vida por allí e intentaré integrar cosas e integrarme. No me gusta ir a hacer una cosa recitada: me gusta ir a sentirme allí y esa es mi idea. Hay que formar parte del contexto. Vivir no es lo mismo que ser turista.

¿Algún sueño por cumplir? ¿Algún proyecto en el que participar?

Ya me van quedando pocos, porque he tenido tantísima suerte que se me han ido cumpliendo muchos, pero sí que me gustaría, sinceramente. Ya no son tanto laborales, que ya empiezan a pesar menos. Evidentemente me gustaría hacer algún proyecto cinematográfico como yo quiero hacerlo, pero ya empiezan a ser más proyectos vitales: coger una mochila y ‘pegarme’ una vuelta al mundo. Cosas así, porque por lo demás de verdad que he tenido muchísima suerte. Y buenos amigos, que al final es el patrimonio que vale la pena. El proyecto más importante de mi vida, caerle bien a la gente, ya está cumplido.

¿Y qué mensaje les manda a todas aquellas personas que quieran dedicarse al mundo del arte dramático, de la interpretación?

Que esto es un maratón muy largo: puede ser que sea una salida estupenda, pero hay que mantenerse. Hay que ser muy serio con el humor: respetar muchísimo tu trabajo y respetar al público, que es la otra parte de este trabajo. Hay que empatizar con la gente; entender que somos como los sacerdotes o los médicos: gente que se perfecciona en lo que logra en los demás. En este trabajo, tú eres lo que logras en los demás, no lo que tú crees. Y así pasa: que luego vales tanto como lo último que has hecho.

Y que, pese a todas las dificultades y frustraciones del momento, sigamos riendo juntos hasta alcanzar el éxtasis… 

Tienes que iniciar sesión para ver los comentarios

Lo más leído