“El arte de hacer posible lo imposible”, así es como suele definir la magia Paulino Gil, alma mater de las jornadas. Quizá imposible no resulte pero al menos sí bastante utópico seguir maravillando al público zamorano después de veintitrés ediciones de un mismo festival. Sin embargo, este viernes él y su equipo lo volvieron a hacer.
Tras un comienzo futurista de auténtica ciencia ficción con Raúl Alegría, el belga Aarón Crow desafió a los espectadores con dos imponentes y “puntiagudos” números de habilidad. Todo ello sin articular ni una sola palabra sobre el estrado al igual que la china Ma Yan Yan, quien se subió en puntas sobre las tablas para dejar boquiabierto al público con su tutú sin fondo.
Minutos más tarde, el dúo portugués Ta Na Manga llevó a escena su truco más viral: una bella performance que fusionó magia y música en directo de acompañamiento con la dulce melodía 'Comptine d'un autre été' de Yann Tiersen.
Y por último: la propuesta etérea del surcoreano Young Min Kim, Premio Mundial de Magia General, de la que quedaron prendados crítica y público en el Campeonato del Mundo de celebrado en Rimini (Italia). Un extraordinario final para una gala presentada por un estupendo Pepín Bazo, capaz de cantar una jota aragonesa con su 'guitarrico' o de demostrar por 'matemagia' que seis menos tres siempre serán seis. Li li li.
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