Hace escasas semanas, el Instituto de Estudios Zamoranos 'Florián de Ocampo' publicó la reedición de esta obra con motivo de la conmemoración de los 50 años de su edición (1968-2018).
Tiene un amplio catálogo de composiciones, como cancioneros del folklore zamorano, de Burgos, de León, More Hispano para piano, cinco glosas a una loa para órgano, Ludendo in Rythmis Modulatis para dos pianos, Lucernario, himnos para el amanecer y anochecer para 4 voces mixtas y órgano una de sus últimas creaciones.
Pero la obra más conocida son los Salmos para el Pueblo, cantada por todos los países de habla hispana. De la misma manera que en el siglo XII la búsqueda del ritmo musical a partir de las antiguas mensuras del latín poético, supuso un avance en la polifonía, así también la versión de los salmos de David a las lenguas vernáculas, promovida por el Concilio Vaticano II, facilitó la musicalización de los textos en español que es una lengua musical por excelencia.
Si cantamos o escuchamos los salmos, nos damos cuenta cómo el autor unificó pedagógicamente buenos textos con excelentes armonizaciones, con formas estéticas fáciles de memorizar, con recursos musicales que resaltan la melodía, con segundas voces que enriquecen la audición global de la obra y con arreglos armónicos que realzan la expresividad musical.
La divulgación de los valores culturales zamoranos en los distintos ámbitos geográficos es uno de los fines que persigue el Instituto. Por ello y para la mayor difusión de esta impagable aportación musical hecha desde Zamora para el Mundo, esta nueva publicación ha sido enviada a los profesionales de la enseñanza de la música en Educación Secundaria, Conservatorios de Música, Facultades de Educación y Musicología de Castilla y León, Comisiones de Liturgia de la Iglesia Católica Española y algunas instituciones internacionales vinculadas a este tipo de obras y lenguaje musical.
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