GALERÍA: PINCHA AQUÍ PARA VER EN IMÁGENES COMO SE HA VIVIDO LA SUSPENSIÓN EN EL INTERIOR DE SAN LÁZARO FOTOS: MARÍA LORENZO
Hay tradiciones en Zamora que se repiten en el tiempo aunque no sean tradiciones que queremos conservar: Mirar al cielo cada Lunes Santo, ver si aclara por las Pajarrancas, y ponerse con esperanza la túnica con su capa de raso blanco aunque caigan chuzos de punta.
Qué rápido pasan las horas y qué despacio a la vez. Actualizar una y otra vez la aplicación del tiempo. Y otra vez el mismo bucle: mirar al cielo y observar si aclara por las Pajarrancas.
San Lázaro empieza a recibir cofrades aunque no parece parar de llover. Paraguas abiertos y portales para cobijarse a la espera de que el cielo de una tregua. Y tristeza en el ambiente tras dos años en los que el Covid alejó a los hijos de San Lázaro de sus calles.
Las mujeres se enfundaron por primera vez los guantes blancos, la túnica negra y la capa de raso pero como ya pasara en 2020, se quedaron a las puertas de salir, este año un poco más cerca, rozando con la yema de los dedos a un Jesús Caído y a una Virgen de la Amargura. Y tras una oración en silencio, bajo la lluvia, iniciaron la despedida hasta sus casas. Otro año será pero cuanto duele este año.
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