Pregunta: Se te ha visto muy cómodo durante la actuación, interactuando mucho con la gente, ¿Cómo te has sentido realmente desde arriba del escenario?
Respuesta: Muy bien, muy cómodo. Desde el escenario hasta la primera fila hay un espacio grande, pero el sitio es muy especial. Me gusta mucho el contacto con el público, llamar a la gente por su nombre. Hoy todo el mundo quería participar, lo han encajado muy bien.
P: Hablas de un sitio especial, ¿cómo es actuar en un lugar como el Castillo de Zamora?
R: Esto es único. ¿Quién no quiere venir aquí? Tienes un punto de privilegio, esto es historia, estas en un sitio histórico, con un montón de gente que ha llenado todos los asientos. Hoy ha sido de las noches que se disfrutan.
P: Durante la actuación comentabas que el humor es algo muy personal, ¿cómo se consigue que un chiste llegue a todo el mundo?
R: En este caso concreto, durante el show no me voy a ningún tema extremo, hay temas muy accesibles a todo el mundo. Mis temas son muy cercanos, que todo el mundo reconoce lo que estoy diciendo. Y luego que mi forma de ser es un humor muy blanco, no voy “pisando mangueras”.
P: ¿Cuándo estás en casa y se te ocurre algún chiste malvado, dudas si incluirlo?
R: Mi tipo de humor es el que se ha visto aquí. Puedo ser más puñetero, más “vaciloncete”, pero depende también del sitio donde estés. Este mismo show en una sala más pequeña te permite ser más canalla, la broma con el público puede quizá ir más allá, pero nunca pierdo el respeto. Aquí todo el mundo se ha enrollado y eso es un lujo y hace que se disfrute mucho más. Todos han encajado bien los chistes.
P: Has trabajado con grandes humoristas como José Mota, Javier Coronas o Santiago Segura, ¿incorporas algo de ellos en tus actuaciones?
R: Si lo incorporo es inconsciente. Seguro que sí, porque con José Mota han sido varias temporadas y tiene una forma de trabajar que me gusta mucho. A mí me gusta observar a los que son muy buenos, siempre aprendes. De todos se aprende y consciente e inconscientemente te quedas con algo.
P: ¿Han funcionado las leyendas urbanas en Zamora? (Recordamos que parte de su show gira en torno a estas leyendas)
R: Sí, claro que sí. Salen los aplausos, salen las risas. Las risas han estado presentes durante toda la actuación. Ha sido una gozada.
P: No es tu primera vez en Zamora, ¿ha sido la acogida esperada?
R: Tenía ese punto de a ver si repetía gente, me he quedado con la duda de si volvían o no. Si que han repetido algunas personas que venían de Salamanca de hacer turismo que me habían visto hace dos años, se han cogido la entrada y se han venido. Pero realmente nunca me hago la idea de cómo puede reaccionar el público o lo que puedo esperar que suceda. Me preocupo más de lo que quiero transmitir, de que la concentración sea coger ese punto de energía y dar un espectáculo.
P: Casi has dejado demostrado durante la actuación que la improvisación forma parte también del espectáculo:
R: Hay mucha improvisación. Hoy ha habido poca porque tenía la sensación de que cada vez que estaba abajo no se me veía bien.
P: Última pregunta, en relación a la parte de la actuación de los chistes malos: ¿Cómo es que no te rían un chiste?
R: Según va pasando el tiempo lo vas encajando mejor. Las primeras veces es un “tierra, trágame”, porque es esto de pues si este no les gusta… y empiezan las inseguridades, sobre todo si es uno de los que gusta siempre. Igual un día no lo cuentas bien y no gusta, o que sea un chiste popular y lo ha contado otro el día anterior. Hoy ha habido suerte y ha entrado todo, la gente se ha reído hasta a destiempo, y eso es un buen síntoma, es que están metidos en el show.
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