Quien más, quien menos ha jugado en su infancia con los clicks de Playmobil, o bien con su famosa granja o con su barco pirata, sin embargo, Hans Beck, creador de este juguete, seguro que no se imaginó nunca que sus figuras pasarían a formar parte de la Semana Santa.
Beck los creó, pero el joven zamorano Marcos Vergel ha ido un paso más allá y ha convertido su colección en once de los pasos que conforman el desfile procesional de la Real Cofradía del Santo Entierro del Viernes Santo en Zamora. Con solo trece años, recién cumplidos, este toresano ha elevado el juego al arte, y la Pasión a la creación.
Sus obras pueden verse en la exposición que se inauguró el pasado viernes en la Casa del Cofrade del Santo Entierro donde el propio Marcos se mostraba "muy contento y muy emocionado" por esta exposición de sus obras que permanecerá abierta al público hasta el próximo tres de marzo.
Ve la luz su amor por las maquetas, pero también por la Semana Santa. Surgieron a la vez, "cuando era muy pequeño", y quizá también de la mano ya que su amor por la Pasión zamorana, además de inculcada por sus padres, se vio reflejada en sus obras que "no tenían tanta calidad como tienen ahora", pero le llevaron a poder realizar su primera exposición en Toro.
El joven artista ha confesado que cada una de las obras le ha llevado una media de diez horas totales, y en días ha tardado no menos de dos días y medio para cada una de las maquetas. "La parte más difícil es quizá darles la forma a los brazos de las figuras", aseguraba.
Un trabajo que realiza aplicando calor a los brazos de los Playmobil para poder darles la forma que tienen y que su imagen sea lo más asemejada posible a los pasos escultóricos reales. "Lo primero que hago es recopilar fotos. Miro todos los detalles y busco fotos en libros y veo vídeos para poder ver todas las perspectivas", asegura mientras mira de reojo cada una de sus piezas para poder dar más detalles del proceso creativo.
La técnica utilizada no se puede definir en un estilo concreto ya que Marcos utiliza los muñecos como base, pero en este proceso creaivo también entran la plastilina, las telas, las pinturas y multitud de materiales. "Empiezo con las figuras principales, su disposición en la mesa. Luego entra la plastilina en juego con la que hago el pelo y otros detalles", asegura el joven artista.
Ve la luz su amor por las maquetas, pero también por la Semana Santa. Surgieron a la vez, "cuando era muy pequeño", y quizá también de la mano
Las mesas procesionales también corren de su cuenta y emulan a la perfección cada detalle tallado, con la única diferencia de que la madera pasa a ser plastilina en el taller artístico de este joven. Su creación no termina ahí ya que también toma parte de las faldillas de cada paso.
Un cuidado detalle que no deja nada a la imaginación ya que no olvida ni las flores, que son otro de los elementos indispensables de las imágenes y así lo hace ver en sus creaciones. El amor por cada una de sus obras es palpable mientras explica todos los detalles con una sonrisa. Sin embargo, si le haces elegir, su maqueta favorita es la que emula a La Lanzada, más conocido en Zamora como el caballo de Longinos.
En definitiva, un talento inmenso, para una Semana Santa en pequeño formato y que invita a todos los zamoranos a visitarla porque se trata de una exposición "muy diferente", concluyó
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