Los jóvenes talentos zamoranos demostraban que el folclore seguirá vivo en sus carnes en el VII Festival Infantil de Doña Urraca. Este sábado en el Teatro Ramos Carrión los más pequeños encarnaron de nuevo la cultura tradicional de este tipo de baile. Además, no solo la cantera era provinciana, sino que los chicos fueron ayudados por los jóvenes de los Coros y Danzas de Badajoz y el Coros y Danzas Siete Coronas de Puente Tocinos, de Murcia.
Una alta cantidad de zamoranos llenó las butacas del Teatro Ramos Carrión este sábado para ver cómo los más pequeños cogían una vez más el testigo de la danza folclórica zamorana. Las jotas provinciales inauguraban el evento, con los niños de Doña Urraca bailando únicamente al ritmo de la percusión de las panderetas. No obstante, poco tardaría la dulzaina en aparecer para ponerle melodía a un Ramos Carrión que disfrutaba en silencio de la exhibición de los jóvenes zamoranos.
Ellos mismos también tomaban parte en el ritmo. A su ya entonces normalizado zapateado se unían las castañuelas, que tocaban los bailarines con sus manos en alto. Entre actuación y actuación esperaban ya colocados para el siguiente número, vestidos con sus atuendos tradicionales. Poco más tarde, los zamoranos enseñaban a extremeños y murcianos una de las canciones populares de la provincia, ‘El Mandil de Carolina’, en la que aparecía voz por primera vez en este espectáculo.
Esta es ya la séptima edición del Festival Infantil de Doña Urraca, en la que han tomado parte casi 200 alumnos.
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