Este pasado sábado se celebraba la última sesión de los “Sábados de la Saleta” para este curso. La sesión, organizada por la Asociación de la Virgen de la Saleta, tuvo un formato de paseo comentado y llevaba por título “Contemplación del Duero como eje de vida de la ciudad a la luz de la encíclica Laudato si’ sobre el cuidado de la casa común del Papa Francisco”.
Se trataba de lanzar una mirada a la relación del hombre con el ecosistema que habita, a través de las profundas reflexiones de Francisco en esta encíclica, que supone una llamada urgente a dejar de mirar hacia otro lado ante las heridas del planeta: “El ambiente humano y el ambiente natural se degradan juntos, y no podremos afrontar adecuadamente la degradación ambiental si no prestamos atención a causas que tienen que ver con la degradación humana y social”.
El paseo estuvo conducido por el sacerdote diocesano Teófilo Nieto, párroco de San Juan del Rebollar, portavoz del Equipo de Pastoral Rural Misionera y buen conocedor de la Doctrina Social de la Iglesia. Los asistentes se reunieron a las seis de la tarde en San Lucía y recorrieron parte del paseo fluvial que bordea la ribera del río, entre el puente de Hierro y el de Piedra.
En este segundo curso que finaliza con este paseo por el Duero, la Saleta ha organizado tres sesiones, la primera sobre los campanarios de la ciudad, su función arquitectónica y su simbología religiosa, a cargo del historiador Florián Ferrero; la segunda sobre los refugiados, que contó con la presencia del jesuita toresano José Luis Pinilla, director del Secretariado de la Comisión de Migraciones de la Conferencia Episcopal Española; y la tercera la ya mencionada en torno al Duero.
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