La ciudad de Zamora vivía ayer su jornada festiva de San Pedro más triste de la historia reciente. El bullicio, el olor a ajo, las verbenas, el folclore y la cerámica no vistieron las calles de fiesta ante el patrón de la capital. Sin embargo, una acción anónima sí llevo la Feria de la Cerámica a la plaza de Viriato en un acto nostálgico.
Varias piezas de cerámica aparecieron a los pies de Viriato en una muestra de recuerdo a la Feria de Cerámica y Alfarería ilustre de las fiestas zamoranas. Un acto que llamó la atención de los viandantes en un día de San Pedro truncado por el coronavirus.