Problemas en las estructuras del Cinco de Copas y La Soledad dificultaron la carga de ambas plantillas

Jesús Camino del Calvario sufrió mucho en la Plaza Mayor y se vivieron momentos de tensión al levantar con problemas en la parte izquierda del paso

Procesión de Jesús Nazareno
Procesión de Jesús Nazareno

La cofradía de Jesús Nazareno estrenaba ayer las nuevas estructuras de las mesas de Jesús Camino del Calvario y de la Virgen de la Soledad. Unas mesas que no habían sido cargadas previamente a causa de la pandemia, ya que los traslados se hicieron en su día sobre ruedas para respetar las distancias y la procesión ha sido suspendida durante dos años.

Un fallo técnico, ajeno a la cofradía y a los cargadores -los banzos y travesaños han sido colocados unos veinte centímetros más bajos de su emplazamiento habitual-, motivó serios problemas para ambas plantillas, especialmente para la de Jesús Camino del Calvario, cuyos cargadores apenas podían ponerse en pie, levantando el paso prácticamente en cuclillas.

Lejos de hacer una mala carrera, estos hermanos tuvieron que soportar un esfuerzo sobrehumano para llevar el paso sobre sus hombros en esas condiciones, que detectaron a la salida misma del Museo. Para ellos nuestro cariño y agradecimiento por hacerlo posible. Sois admirables.

Para paliar este problema, el cotanero de la cofradía colocó durante un fondo las ruedas que el paso tiene en el Museo, lo que prolongó ese fondo durante más de un cuarto de hora, para aliviar unos centímetros el espacio de alzada de los cargadores, que gracias a Dios no sufrieron ningún daño físico.

En cuanto al acto de la Plaza Mayor, la cofradía recuerda que este año la obligatoria distancia en eventos multitudinarios celebrados en interiores no permitía la normal organización en la iglesia de San Juan. Al ser un acto extraordinario, también la cofradía quiso que la banda de cornetas y tambores tuviese un reconocimiento en su primera salida a la calle después de la pandemia, tras soportar ensayos a la intemperie en el duro invierno para respetar aforos y distancias. Fue también una manera de honrar a tantos hermanos y hermanas, a tantos cofrades como nos faltan este año.

"Todo ello se ha hecho desde el respeto, el cariño y el trabajo callado de muchas personas, directivos y no directivos, a quienes agradecemos su implicación y colaboración. Por fortuna estos problemas serán subsanados y así se le pedirá a la empresa responsable de la estructura de las mesas, que ya hizo un impecable trabajo con el paso de La Caída, y a la que se le pedirán las oportunas rectificaciones" continúan desde la directiva de Jesús Nazareno.

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