El folclore nunca se fue, pero es indudable que en los últimos tiempos la música popular ha regresado a los escenarios y además de manos de los jóvenes. Este es el caso de Rodrigo Cuevas, un artista denominado como "agitador folclórico" que aúna en su persona y su arte el folclore popular, mezclado con el humor y la estética del cabaré.
Casi un juglar del siglo XXI que esta noche llega a la plaza de la Catedral, en su segunda actuación en Zamora, arropado por las 400 personas que le han llevado a colgar el cartel 'no hay entradas'. "Es una maravilla, la verdad", asegura el propio Cuevas," es todo un honor, además Zamora influyó mucho en el disco Manual de Cortejo", ya que además cuenta con los textos del contador zamorano 'Guti'.
Pero es que, además, el folclore zamorano es uno de los amores del artista: "del folclore zamorano me enamoré desde que lo conocí", asegura, "sobre todo de la ronda sanabresa y el charro de Aliste". Influencias visibles en los trabajos del asturiano y que esta noche se dejarán escuchar a los pies de la Seo.
Rodrigo Cuevas procede de una aldea asturiana de 12 habitantes, por lo que es conocedor de la vida en un lugar de escasa población. Una relación con la provincia de Zamora, de as que comparten la etiqueta de la España Vaciada, algo que "se queda en eso, una etiqueta. Parece que hay que ponerle etiquetas y suena grande, pero no estoy de acuerdo, estos lugares son los que más riqueza tienen y los que más llenos están", asegura.
Con todo ello, Rodrigo Cuevas regresa este viernes a Zamora en un concierto que, sin lugar a duda, no dejará indiferente a nadie.
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