El salón de actos de la sede de la Junta Pro Semana Santa de Zamora acogía este lunes la sesión ordinaria de la Asamblea General. Se trata de una asamblea que anualmente se celebra antes de la Semana Santa y que este año debió aplazarse por la falta de acuerdo en algunos puntos, principalmente el económico. Este lunes todo hacía indicar que la reunión podría ser rápida y tranquila, pero nada más lejos de la realidad.
Así, una vez realizado el pertinente rezo presidido por el obispo, Gregorio Martínez, se procedía a pasar lista de todos los presentes. Tras eso, los directivos de la Buena Muerte decidían dejar el salón de actos. Posteriormente, cuando se iba a comenzar a aprobar la parte económica y tras el informe de la presidenta, los directivos del Santo Entierro y de la Vera Cruz también decidían levantarse y abandonar la sala.
Una vez fuera, y sin querer profundizar en la situación, algunos directivos murmuraban: “No queremos ser cómplices de una situación que podría considerarse ilegal”.
Sin esas tres cofradías y hermandades, y tras incidir Isabel García en la necesidad de seguir dando pasos en la construcción del nuevo museo, se abordaba la parte económica. La liquidación de cuentas se aprobó por unanimidad de los presentes y los presupuestos también se aprobaron, con tan solo seis votos en contra.
Así finalizaba una asamblea que duraba poco más de media hora y en la que se puede extraer una doble lectura: por un lado la preocupante desunión con las tres cofradías que decidieron abandonar la asamblea y por otro lado el respaldo a la liquidación de cuentas que mostraron por unanimidad las cofradías y hermandades restantes que permanecieron en la asamblea.