¿Qué novedades trae este año el desfile procesional?
La novedad más reseñable es que modificamos un poco el recorrido original, repitiendo el del año pasado a la subida. Eso sí, la vuelta ya la hacemos como siempre, por la Rúa. El motivo es para permitir que haya más hermanos de acera en ese tramo. Son cinco minutos más de procesión, por eso hemos variado la hora de salida y saldremos a las 16.30 horas este año.
¿Cuántas altas se han producido y cuál es el número actual de hermanos?
Este año se han producido unas 130 altas y en total seremos unos 2.970 en la cofradía.
¿Qué momento es el más especial dentro de la procesión como presidente?
Para mi es cuando veo la Plaza de Santa María La Nueva llena de color morado antes de empezar la procesión. Está el murmullo, la procesión está metida con el público, con la familia que se forma y de repente rompe el sonido de la cruz. Es el que más me gusta. En ese momento el trabajo de todo el año está hecho.
¿Está la Semana Santa donde debe estar o ha perdido terreno con respecto a otros años, en relación a la visibilidad turística?
A nivel turístico no podemos aspirar a más porque somos una ciudad limitada en plazas hoteleras. Habría que dar un empujón para buscar otras fórmulas. Otra fórmula es potenciar los apartamentos turísticos, hacer promoción, partiendo de nosotros o del ayuntamiento para duplicar las visitas. Ahora, estamos a tope los dos días principales. Las demás ciudades tienen más opciones de hotel. Aquí los turistas llaman, ven que hay pocas plazas y caras, y buscan otras semanas santas. Estamos limitados y por eso nos están pillando otras semanas santas.
¿Con qué iglesia de Zamora te quedas?
Santa María la Nueva.