Un mes antes de volver a comenzar el curso, la Asociación Zamorana de Encajeras muestra el trabajo realizado durante la pasada temporada, de octubre a junio. Abanicos, cortinas, carteras, manteles o flores que adornan tocados y solapas son tan solo algunas de las labores confeccionadas por las 120 mujeres de entre 25 y 95 años que forman parte de la agrupación.

Como Asun, de 74 años, quien siempre había tenido ilusión por hacer bolillos y comenzó a aprender hace apenas seis años. “Al empezar asusta, confundes los hilos, cruz vuelta cruz o vuelta cruz vuelta cruz… es un lío terrible pero todo es coger el truco”, confiesa entre risas. Reconoce que las vainicas se le dan peor y que hay muchos puntos que aún no sabe hacer pero ya le ha regalado varios bolsos a a sus hijas, a su nuera, a su peluquera y a varias vecinas que se casan además de crear los pañuelos del bautizo de sus nietos. Por su parte, Luchi, de 66 años, también comenzó relativamente hace poco para completar una generación de encajeras: su hija, de 41 años, y su madre, de 95.

Tal y como resume Pilar Macías, presidenta de la Asociación, “el encaje son matemáticas”. Macías, quien también dirige el Centro de Interpretación del Encaje en la plaza del Maestro Haedo, explica que en la nueva muestra los visitantes podrán ver distintos tipos de técnicas como el encaje popular de España, pasando por los Guipures o el Rococó. Como la labor más compleja de la exposición, destaca una pequeña flor enmarcada colgada sobre la pared realizada con la técnica duquesa: “Es la más laboriosa ya que son hilos muy muy finos, cada pieza va hecha por separado y luego hay que añadir hilos de continuo”, detalla la presidenta. 

Macías invita a los zamoranos a descubrir la muestra y a iniciarse en el encaje pese a su complejidad inicial. “Todo es echarle muchas horas aunque depende de la destreza con la que trabajes: es muy desestresante y como hay que estar centrada, te hace evadirte de todo”, señala la encajera. 

Precisamente María José, de 71 años, acudió hace un par de años a visitar la exposición y, al ver “trabajos tan bonitos”, decidió apuntarse a clases. “Mientras lo haces no piensas en nada más que preocuparte de que no se te líen los bolillos”, cuenta. Además, este sábado participará en el encuentro de encajeras del Colegio Universitario junto a otras 300 participantes de Galicia, Extremadura o País Vasco. “Siempre aprendes y además es una buena oportunidad para comprar instrumentos como un ganchillo especial que me hace falta para coser un pañuelo y que no se note por dónde he empezado”. 

La muestra se encuentra expuesta en la sede del Santo Entierro, en la Rúa de los Francos, y puede visitarse en horario de 11:00 a 14:00 y de 18:30 a 22:00 horas hasta el próximo domingo 11 de septiembre. El sábado día 10 por la mañana, el Colegio Universitario acogerá un año más el acto central del XV Encuentro de Encajeras con la demostración en directo de las labores. Posteriormente, se celebrará una comida de hermandad en el Hotel Restaurante Casa Aurelia de Villaralbo.

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