No cabía una persona más en el Ramos Carrión que colgó el no hay billetes con su reducido aforo guardando todas las distancias necesarias de separación. Y es que, hace unos meses, cuando arrancó este curso tan complicado, fueron muchos los que se tuvieron que quedar fuera sin ver a sus familiares o amigos. Poco a poco se va recuperando la normalidad tal y como señalaba el diputado de Cultura en la apertura de una gala que permitió que desfilaran por el escenario del teatro un gran número de los alumnos que han podido aprender este año.
Cuatro pequeñas mascaradas se colaron en los pasillos del teatro homenajeando a algunos de estos "demonios" de invierno de Sanzoles, Montamarta o VIllanueva de Valrrojo antes de que los alumnos de este 33º curso de la Escuela de Folklore de Zamora fueran apareciendo en el escenario y mostrando lo aprendido durante el curso con algunos de los temas más conocidos y que habitualmente suenan en muchas de las fiestas o romerías zamoranas.
A falta de esas fiestas, que todavía se guardan en un cajón esperando a que mejore la situación, las dulzainas, los tamboriles o las gaitas sonaron con toda la fuerza para hacer que el Ramos Carrión aplaudiera con fuerza todas estas actuaciones. Incluso los alumnos de Toro, que no pudieron acudir a Zamora y que vivirán hoy su propia clausura, quisieron participar, con un vídeo, en la gala de clausura del curso.
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