Expulsión. La primera amarilla es una mano involuntaria en el borde del área del rival. Independientemente de sea voluntaria o involuntaria puedo entender que sea amarilla. Pero la segunda amarilla no puede ser. Es la primera falta que cometo en todo el partido y no tiene criterio alguno. Veo que viene a por mí disparado para expulsarme y no me lo creo.
Consecuencias. Me considero culpable cien por cien de la derrota, porque jugar con diez durante muchos minutos en un campo muy difícil hace que te acaben pintando la cara.
Análisis. Sabíamos que iba a ser un partido complicado, en un campo donde es difícil elaborar jugadas. Pero insisto que en mi opinión, aunque fuéramos ya 1-0 perdiendo, con once jugadores sobre el campo teníamos muchas opciones de empatar. Pero con uno menos, ya era imposible, y por eso me siento culpable, por dejar al equipo con diez.
Buen rival. Ellos venían de perder por goleada pero en su casa sabíamos que dan otra cara y así ha sido. Un equipo intenso, duro, que presiona todos los balones, no se complica… En definitiva, un buen equipo.
Moral. La derrota nos deja tocados antes del parón navideño, pero son semanas de entrenamiento las que tendremos ahora para trabajar, reflexionar y asumir los nuevos conceptos del entrenador. Debemos trabajar duro para ir a Becerril y sacar los tres puntos.