Se esperaba un gran ambiente en el derbi provincial de Segunda División B de fútbol sala y las expectativas se cumplieron. Principalmente por las cuatrocientas personas que se desplazaron desde la ciudad de Benavente para disfrutar del choque. En total, alrededor de novecientos aficionados demostraron que Zamora es una provincia de fútbol sala, como quedó patente cuando FS Zamora y Atlético Benavente competían en categorías nacionales hace no tantos lustros.
Desde el principio quedó claro qué afición se impondría en la batalla de gradas. La hinchada del FS Zamora apenas entró a una disputa que los seguidores del Atlético Benavente se llevaron con comodidad. Desde varias horas antes del duelo, hinchas blanquiazules inundaron los aledaños del Pabellón Municipal Ángel Nieto, y cuando empezó la contienda, la grada de preferencia lucía casi completa albergando a unos benavetanos ávidos por ver ganar a su equipo.
Alentados por dos peñas bien organizadas (Charamandanga y esquina 10) y que cantaron si descanso, el equipo visitante se sintió como local y salió del vestuario con un gol a favor. La igualdad de la contienda y la tensión impuesta por los jugadores se impregnaba en una grada enfervorecida.
La Policía Nacional tuvo que intervenir en un pequeño conato de disputa en la preferencia en la primera parte tras algunos cánticos como “puta Zamora, puta Zamora” y también al final del duelo, cuando fruto de la derrota y de la tensión en la cancha, los aficionados visitantes vieron cómo las fuerzas de seguridad se desplegaban para evitar incidentes.
Pese a todo, ningún incidente pasó a mayores y la Policía Local y la Policía Nacional controlaron la situación en la salida de los aficionados del Atlético Benavente una vez finalizado el choque.