Los aficionados del Zamora se las prometían muy felices este domingo. Su equipo, roto el cerrojo del gol, afrontaba el encuentro ante el Almazán con la intención de darle la primera alegría del año a su parroquia. No pudo ser. Los seguidores se marcharon decepcionados y cabreados después de un encuentro pésimo de los suyos y una derrota que les aleja de la cabeza de la clasificación.
Los, aproximadamente, 1000 espectadores que acudieron a disfrutar del duelo terminaron abucheando a los suyos, sobre todo en la segunda parte, ante el fútbol impreciso y carente de intensidad que terminó por permitir la remontada rival. Habrá que ver cuántos de ellos se animan a abonar los quince euros que ha fijado la directiva del Villaralbo como precio para el partido del próximo domingo.
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