El pabellón zamorano será testigo de esta batalla de necesidades opuestas, pero al fin y al cabo necesidades. Aunque la situación de las catalanas es más cómoda, la presión será para ambas teniendo en cuenta que las dos luchan por metas que conquistar. Una presión que estará obligado a gestionar el equipo de Juan de Mena, y para lo que también ha pedido el apoyo del público en este tramo de liga en el que disputarán tres de los últimos cuatro encuentros en el Ángel Nieto.
Juan de Mena tendrá la única ausencia para el partido de Lycka Sy, toda vez que Marina Delgado ya ha dejado atrás sus problemas en la rodilla y podrá sumar algunos minutos en el duelo ante Girona. Además, y pese a que a estas alturas de la temporada casi todas las jugadoras tienen algún problema físico, toda la plantilla está con ganas de ayudar y de llevar al equipo a la permanencia.
Enfrente del Zamarat está un UniGirona que no es el conjunto todopoderoso de los últimos años. En esta ocasión, Ana Caula tiene una plantilla más corta en cuanto a número de efectivos aunque llena de talento y experiencia en su cinco inicial. Es cierto que el Girona que verá el Zamarat este sábado tendrá poco que ver con el de la primera vuelta, teniendo en cuenta que en Navidad cambió casi por completo su juego interior; pero las señas de identidad de Girona siguen siendo las mismas.
Al margen de lo que haga el CD Zamarat, durante las cuatro jornadas que restan la familia naranja tendrá que estar mirando lo que hace Ibaizabal (juega en la cancha del Bembibre). Y es que el conjunto de Juan de Mena tendrá que cosechar una victoria más que las vascas en estas últimas cuatro jornadas si quieren mantener la categoría.
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