Sobre el cambio de rendimiento entre primera y segunda parte. Estábamos contentos tras el primer tiempo, nos encontrábamos bien, teníamos el marcador a favor y lográbamos generar ocasiones. Aun así, sabíamos que ellos no se iban a debilitar y empujaron mucho en el inicio de la segunda parte. Tuvimos problemas para generar juego en ese segundo acto y nos llegaron dos goles rápidos y no pudimos tener una transición más lenta en el resultado. El cambio entre partes es porque nos costaba quitarnos de encima el empuje del Logroñés. Con el segundo gol tan rápido y con la expulsión, ellos defendieron muy bien en su área y no logramos igualar el partido.
Sobre las escasas ocasiones jugando con uno más. No es fácil hacer ocasiones aunque el rival esté con uno menos. Acabamos llegando al área y ellos son más poderosos en ese juego aéreo. Tratamos de tener paciencia, llegábamos a banda pero luego no había apoyos. El no tener ocasiones es mérito del Logroñés porque llegábamos bien a tres cuartos, teníamos gente a la altura de balón y también por delante, además de tener el esférico. Pero esos metros finales los defendieron muy bien y hay que felicitarlos.
Sobre si el rendimiento de la segunda parte es preocupante. No es para preocuparse la segunda parte. La derrota siempre pesa, es la cuarta seguida. Pero no salimos de los partidos con la sensación, aunque eso no suma puntos, de estar debilitados porque el rival no nos arrolla. Tuvimos nuestras opciones, nuestros buenos momentos y estuvimos a la altura del partido, pero al final los puntos se van al rival. La sensación real es que el equipo tiene opciones dentro del campo aunque se nos escapen los partidos. Estamos en línea de poder ganar cualquier partido.
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