Hacía mucho tiempo que no se veía un pabellón Ángel Nieto tan repleto de aficionados para ver al Fútbol Sala Zamora. Después de unos últimos años de zozobra, el club había perdido de forma hemorrágica a la gran mayoría de su masa social. Pero este sábado quedó demostrado que la afición al fútbol sala existe y solo necesita incentivas para volver a disfrutar con un deporte que en su día sumaba lleno tras lleno en Primera y en Segunda División.
Este sábado, más de mil aficionados arroparon al equipo de Chema Sánchez en el partido de ida de la fase de ascenso a la Segunda División, la antigua División de Plata. La tribuna estaba a rebosar y la preferencia tenía ocupado dos tercios de su aforo. Una importante cantidad de público que apretó durante todo el choque, pero sobre todo en los últimos minutos, cuando con 2-1 en el marcador los nervios estaban a flor de piel.
Los hinchas lamentaron el mal inicio, corearon los dos tantos locales, contuvieron la respiración con el portero jugador de Salesianos y se sorprendieron con la estrategia rival de colocar a un jugador de ‘palomero’ en el ataque cuando su equipo defendía. En los últimos instantes, los aficionados maldijeron la mala suerte en ataque, ya que los zamoranos tuvieron hasta tres ocasiones claras para haberse llevado el encuentro con una mayor diferencia.
Los seguidores despidieron a su equipo con aplausos, después de una temporada con pleno de victorias en casa, y deseando que en siete días puedan tener la suerte de cara para lograr el ansiado ascenso a Segunda División.