Y el Ángel Nieto volvió a enloquecer con el Balonmano Zamora: trabajada y sufrida victoria en casa

Los pistachos se exigieron para atar un triunfo sufrido que se ovilló en los últimos minutos

Balonmano Zamora- Astander Astillero
Balonmano Zamora- Astander Astillero

De vuelta a casa. Al calor de la familia pistacho… aunque en este caso sería mejor decir al frío, porque el Ángel Nieto registró unas temperaturas asfixiantes. El Balonmano Zamora echaba de menos el sonido del bombo de su hinchada y pese a que sufrió más de lo previsto, se llevó la victoria (31-28)

Lo que se preveía como un titubeo inicial ante el Astander Astilleros en los primeros minutos se fue prolongando. Un intercambio de golpes, una igualdad que se mantuvo hasta el minuto 11.

Las nuevas caras del club pisitacho presentaron su carta de presentación, especialmente Oseguera y Álvaro Fernández, activos desde el inicio. Los pistachos se toparon una y otra vez con la madera, ese maldito sonido que impide que el gol suba al marcador. Santana fue un pulpo, pero otra vez la madera se interpuso. Primero fue Oier quien estrelló el balón en el travesaño, y después Medina, con un disparo que pudo haber significado el 10-9 (min. 19). Se escuchó un murmullo en la grada.

Oseguera rompió la pequeña sequía (10-10). Carvajal las tuvo con Jortos en defensa: el central exageró en sus acciones y logró transformar un siete metros.

El Balonmano Zamora no conseguía despegarse del Astander en el marcador. Gallego acertó, y Escudero resopló después de ver cómo el balón entraba en la portería casi en cámara lenta (14-12). Al descanso se llegó con el luminoso reflejando un 15-13.

El Balonmano Zamora salió más concentrado tras el paso por el vestuarios. Dos goles, uno de Oseguera y otro de Gallego, dieron un buen inicio. Santana se entonó en portería y protagonizó dos paradas decisivas.

El Astander basó su propuesta en salir rápido para pillar desordenada a la defensa, pero no acertaron en su amenaza. Los pistachos se mantuvieron compactos (20-15, min. 36).

El Balonmano Zamora entró en un trance y se le nubló la vista, situación que aprovechó el Astander para acercarse en el marcador (21-19).

Cuando el Astander respiraba en la nuca del Balonmano Zamora, emergió la figura de Santana para sostener a los suyos. Fer culminó la faena con un nuevo gol (22-20).

El Astander amenazaba con acercarse. El Balonmano Zamora no desafinó en ataque y Santana transmitió seguridad bajo palos. Cuando su equipo necesitaba oxígeno, él sacaba una parada pletórica para mantener a los suyos en lo más alto.

Quedaban dos minutos por disputarse y el marcador se estrechó (29-28). El Zamora no podía fallar o se metería en un lío. Oier se hizo con el balón y, tras sortear el tráfico, puso el 30-28, respirando aliviado. Santana firmó la última actuación y, esta vez sí, aseguró el triunfo.

Primer partido en casa y primera victoria brindada a la afición (31-28).

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