El Zamora cayó en Carballino frente al Arenteiro y dijo adiós al sueño copero tras quedar apeado de la Copa RFEF en otro mal partido de los de Yago Iglesias en el que apenas inquietaron la portería rival y dejaron una preocupante imagen para afrontar el próximo partido liguero.
El conjunto zamorano, de amarillo fosforito en la tarde de este miércoles, se planataba en el césped de Espiñedo con un once inicial formado por David Troya, Prada, Jesús Rueda, Juanan, Marc Caballé, Theo, Dani Pereiro, Ibán Ribeiro, Pana, Sancho y Tibu con la intención de sumar una victoria que hiciera olvidar la mala situación por la que atraviesa el equipo en la competición liguera y seguir soñando con el premio de disputar la Copa del Rey.
La primera parte comenzó con un Arenteiro mucho más metido en el partido y un Zamora que nuevamente repite la imagen de los últimos partidos, con menos intensidad que su rival y muy incómodo ante un equipo que ganaba todos los balones divididos y segundas jugadas.
Así, con el partido jugándose en el campo del Zamora, en el 14' de partido, el equipo local pedía con insistencia un posible penalti de Pereiro a Rafa Mella tras un centro lateral que el colegiado del encuentro no consideró.
El Zamora, tuvo su opción a balón parado pocos minutos después y de hecho consiguió anotar, pero el remate de Marc Caballé fue anulado por posición antirreglamentaria.
Pasaban los minutos y seguía el Arenteiro mucho más intenso en el partido y mostrándose en ataque mientras que el conjunto zamorano sufría sin balón, que pasaba la mayor parte del tiempo en posesión del conjunto local.
Con este panorama, en torno a la media hora de juego, el Arenteiro encontró un hueco en la salida de balón, fruto de una línea defensiva zamorana excesivamente adelantada y con la línea del fuera de juego mal ejecutada por parte de Prada y Pereiro, que deja a Manin en situación de uno contra uno frente a Troya al que bate con un toque sutil ante la salida del meta poniendo el 1-0 en el marcador.
Tan solo un minuto después, era Marquitos el que probaba suerte y su disparo desde el borde del área se marchaba alto.
Con el dominio del Arenteiro sobre el césped pasaban los minutos esperando que el colegiado señalara el tiempo de descanso y solo un voluntarioso Pana, una isla en ataque, durante toda la primera parte hacía un tímido intento de sorprender con un disparo desde la esquina del área que se marcha alto. Sin embargo, fue este el disparo que necesitaba el Zamora para activarse en el partido y tan solo un minuto después, una rápida jugada por banda derecha acabaría con un gran centro de Sancho que Marc Caballé, ahora en posición legal, remataba en el primer palo para poner el empate en el único remate entre los tres palos del Zamora en toda la primera parte.
Tras el paso por vestuarios, el Zamora pareció salir al campo con otro aire y ahora sí el partido se jugaba más en campo rival, moviendo el balón de banda a banda y con Marc Caballe y Theo cobrando protagonismo. No obstante, el control del esférico por parte de los de Yago Iglesias era estéril y se abusaba de pases horizontales que no acababan de traducirse en ocasiones más allá de algún centro lateral sin peligro. En frente, un Arenteiro que no sufría tampoco sin balón y que se mostraba rápido a la contra.
Con mucha más sensación de peligro cuando el juego se acercaba a la portería defendida por Troya, en el 18' de la segunda, una gran jugada moviendo el balón de lado a lado acabaría con un gran balón filtrado por el costado izquierdo y con un Marquitos que ganaba la línea de fondo tras una gran acción para sacar el balón atrás y tras pasearse por el área pequeña era Germán el que llegaba desde atrás para enviar el balón al fondo de las mallas y poner el 2-1 en el marcador.
El gol encajado no le sentó nada bien al Zamora que pese a los cambios no era capaz de generar ocasiones de gol y fue de nuevo el Arenteiro el que estuvo a centímetros de poner el tercero tras un mano a mano en el que Romay regatea a Troya y es Rueda el que se lanza para despejar el balón en la misma línea de gol
Pasaban los minutos y el Arenteiro aguantaba bien a un Zamora que solo con un disparo lejano de Pau Miguélez logró inquietar algo al conjunto local.
Sin capacidad para generar ocasiones de ningún modo y con la sensación de que el tercero estaba más cerca que el empate, el partido llegó a su fin y el Zamora decía adiós al sueño de la Copa del Rey tras otro mal partido del conjunto de Yago Iglesias, que puede estar ante sus últimos instantes como técnico del conjunto rojiblanco.
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