Las derrotas de los grandes rivales por la salvación obligaban al Atlético Benavente a ganar sí o sí en el pabellón Ángel Nieto, pero el duelo contra el Sala 10 Zaragoza empezó mal y un 0-3 al descanso que fue demasiado para un equipo que no supo reaccionar para cambiar el signo del partido.
Tímidos por las posibles consecuencias de dejar muchos espacios, los jugadores del Atlético Benavente buscaron la fórmula para hacer daño a unos visitantes que no requirieron de espera para hacer lo propio. Y es que, un error defensivo al minuto de empezar permitía a Villanueva hacer el 0-1.
Gol al que se unió poco después el de Mateo Flores, quien no tuvo problemas para batir a Dani Simón y obligar a Chema Sánchez a pedir tiempo muerto. A partir de entonces, los blanquiazules intentaron fallar lo menos posible y entregaron el balón a un Sala 10 Zaragoza que no tuvo problemas en defensa.
A través de jugadas aisladas y balones largos transcurrió el plan de juego de un Atlético Benavente que tuvo un infructuoso mano a mano de Javi y que, a falta de segundos para el descanso, se encontró con una tarjeta amarilla para Aitor Blanco y el 0-3 de Ortego tras un error de We Casas al perder el balón en el área.
Conscientes de la importancia de sumar puntos, el equipo benaventano regresó a la pista con una mejor cara. Mejoría que pudo convertirse en gol en una acción en la que Charlie remató en el segundo palo un gran pase desde la banda izquierda, pero su disparo se marchó muy desviado para desesperación de la grada.
Afición que se encendió después de una doble ocasión maña, la primera con un disparo al larguero. Instantes de dominio de un Zaragoza que además supo aprovechar la tensión a su favor, con una expulsión de Javi en el minuto 26 después de una falta en un uno contra uno y donde soltó la pierna sin opción de llegar al balón. Una expulsión que dejaba al cedido por el propio Sala 10 Zaragoza de camino al vestuario.
Justo después Richi firmaba el cuarto para terminar de enterrar a un Atlético Benavente que tuvo que apostar por el portero jugador durante más de trece minutos. Superioridad en ataque permitió acortar distancias con el 1-4 de Preciado en el 29’, finalizando una buena jugada en la que se quedó solo ante el portero gracias a un taconazo de Charlie.
Sin embargo, el peligro de jugar con portero jugador se hizo real con el quinto de Rivera en el 32’, aprovechando un error del Atlético Benavente para sentenciar desde su campo y sin portero. Misma acción que Ortego que terminó de sentenciar el duelo con el 1-6 un minuto más tarde.
Un resultado que no se movió y que terminó significando una nueva derrota para un Atlético Benavente incapaz de aprovechar los tropiezos ajenos.
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