A Valladolid conscientes de la dificultad de un filial, así afronta el duelo de este domingo (13:00 horas, Polideportivo Municipal Antonio Garnacho de Arroyo de la Encomienda) el Balonmano Zamora ante el Recoletas Cabrero Valladolid, filial de un equipo de Liga Asobal, que llega en plena escalada, con tres victorias consecutivas que suponen coger aire fresco de los puestos de descenso.
“Es muy fiel a su idea y su juego es similar al de Torrelavega, con importancia para el pivote”, ha incidido un Félix Mojón quien quiso dar importancia a la última victoria de los suyos ante un aguerrido y correoso Lafuente Perada. “Sacamos adelante un partido complicado y eso nos tiene que reforzar y dar más confianza”, sostuvo el técnico pistacho.
Y al igual que los Guerreros de Viriato se hacen grandes para sumar victorias con resultados y rentas abultadas, la grandeza del grupo también reside en asomar la cabeza para llevarse los puntos cuando el sudor cae de la frente y toca apretar la mandíbula.
Es por ello que el Atlético Valladolid es un escollo al que los pistachos deben hacer frente. Un conjunto dirigido por Diego Camino, leyenda del Atlético Valladolid, que ha dotado a un equipo de fortaleza defensiva y acierto en portería. El técnico del filial pucelano subrayó las fortalezas del Balonmano Zamora: “Nuestro objetivo es llegar a nuestro máximo nivel para poder estar cerca de un gran rival que nos exigirá lo mejor de nosotros en todas las facetas del juego”, explicó el técnico del Recoletas Cabrero.
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