Leo Álvarez avisó en la previa del encuentro de que elconjunto vasco no estaba en la posición que él consideraba que merecían, y loslocales demostraron que el técnico tenía razón al hablar de las cualidades deeste equipo. Pese a ir penúltimos, el Amenábar Zarautz se mostró muy sobrio encasa e impuso su ritmo de juego.
Los locales implantaron una velocidad lenta sobre el parqué,dejando poco espacio para la verticalidad y los contraataques. Estilo de juegoen el que se encontraron cómodos para desgracia de un Rutas del Vino que notuvo ocasión de correr y hacer daño a la defensa y el portero rival.
Todo ello se plasmó en una primera parte en la que la máximaventaja la tuvieron los vascos, en dos ocasiones, con tres goles de rentarespecto a los zamoranos. Sin embargo, Jaime Gallego, Aravena y Cubillaslograron anotar en momentos importantes para llevar el duelo al empate a 12 enel momento del descanso.
La segunda mitad mantuvo el mismo guion para los equipos ylos goles no abundaron. Sarasola abrió la lata de lo que terminó siendo unintercambio de golpes. Al tanto inicial le siguieron dos del Zarautz y, posteriormente,otros dos del Rutas del Vino. Partido en el que parecía que ninguno de los dosera capaz de despegarse del otro y en el que, además, volvió a reinar el juegopausado.
Así se llegó a los instantes finales cuando, a falta de pocomás de un minuto, el marcador del pabellón reflejaba un empate a 22 con todopor decidir en lo poco que quedaba. Sin embargo, ningún jugador fue capaz demarcar la diferencia y zarauzanos y zamoranos tuvieron que firmar las tablascon un resultado que no sirve demasiado a ninguno para escalar posiciones.