El Balonmano Zamora se impone al Córdoba: el primer escalón para volver a soñar en Plata
Impecable actuación del escuadrón Viriato frente a los locales.
El Balonmano Zamora peregrinó a Fátima. No a la ciudad portuguesa, sino a la Instalación Municipal Fátima de Córdoba, con el objetivo de obrar el milagro en tres jornadas. La primera, frente al equipo local, en un escenario que Mojón ya calificó en la previa como idóneo. Los viriatos llegaron acompañados de una legión de 100 aficionados para librar la primera contienda.
El encuentro arrancó con fuerza: los cordobeses protagonizaron el primer lance, y Medina fue expulsado con tarjeta roja en los primeros compases. Quedaba claro que no sería una batalla sencilla para ninguno de los dos conjuntos. Aun así, los zamoranos asestaron el primer golpe.
En los tres primeros minutos, los pistacho demostraron su solidez como un auténtico baluarte, cimentado por Pipe bajo palos, anotando los tres primeros tantos del partido. El mal del anfitrión parecía materializarse sobre el parqué.
El primer gol del Caja Sur no llegó hasta casi el minuto siete, prueba de que la defensa zamorana no estaba dispuesta a ceder. En este duelo, el error no se pagaba caro, sino carísimo, y ambos equipos lo sabían. Por eso, se centraron en una defensa férrea, intensa. El Municipal de Fátima era un auténtico hervidero, pero también la capital zamorana se sumó a la batalla con un ambiente de lucha y apoyo desde casi 600 kilómetros de distancia.
La defensa de Zamora causaba estragos. El Caja Sur se vio obligado a pedir tiempo muerto en el minuto veinte de la primera parte, con un 6-9 en el marcador. Un luminoso que reflejaba el arranque, la garra, la fuerza y las ganas de volver a Plata por parte del conjunto dirigido por Félix Mojón.
Sonó la bocina. Llegó el descanso y se puso fin a una primera mitad dominada de cabo a rabo por el Balonmano Zamora. El equipo se marchó a vestuarios con la mirada puesta en una segunda parte donde controlar los nervios sería clave para mantener la superioridad frente al rival.
Los aficionados zamoranos regresaron del descanso con más fuerza aún, dispuestos a dar el espaldarazo final a un equipo que afrontaba los últimos treinta minutos con determinación. El tanto de Beloso colocó el 13-16 en el marcador, que seguía inclinándose a favor de Zamora, sacando rédito de su impecable estrategia defensiva.
Pero el Caja Sur no estaba dispuesto a rendirse. Poco a poco, comenzó a encontrar grietas en la muralla zamorana. Las alarmas saltaron en el minuto catorce de la segunda parte, cuando el 18-19 en el marcador generó una creciente incomodidad en el banquillo de Mojón, ya que se trataba de la distancia más corta en todo el encuentro.
La veteranía de Guille se hizo notar en una falta en ataque en el minuto 19, lo que permitió recuperar la diferencia de dos goles con el 18-20. A cinco minutos del final, el Balonmano Zamora volvió a establecer una ventaja de tres. A priori, poco tiempo, pero con el sueño del ascenso en el horizonte y sobre el parqué, aún podían pasar muchas cosas.
La inmensidad de los zamoranos ya era inabarcable en los últimos minutos. Ya no había nervios, ya no había dudas, y volaron hasta un 20-26 final con el abrazo grupal a Pipe siendo el MVP del partido.
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