Se enfrentaban dos equipos en horas bajas en el Pabellón Ángel Nieto. Por un lado un Balonmano Zamora en última posición y con ganas de brindarle el primer triunfo a su afición, y por otro lado un Balonmano Logroño que no ocupa los puestos que debería ocupar a priori y que llegaba con ganas de remontar el vuelo.
Ambos conjuntos salían decididos a revertir esa situación y rápidamente se daban situaciones de ataque favorables para los dos conjuntos, provocando así varias alternancias en el marcador. Balonmano Zamora se apoyaba en la efectividad en ataque de un Ander Iriarte que aprovechaba su altura para derribar la defensa visitante.
Llegados los 15 minutos de la primera mitad Balonmano Logroño apretó en ambas partes del campo, con una gran efectividad en ataque, aprovechándose de la fragilidad que mostró en el día de hoy la defensa zamorana. Para más inri, los de García Valiente no veían puerta con la suficiente facilidad como para mantener el ritmo anotador. De esta manera se llegaba al descanso con un 12-19 que dejaba el partido muy a favor de los visitantes
Al inicio de segunda parte el desacierto fue patente en las dos escuadras. Los ataques del equipo pistacho acababan en pérdidas, favoreciendo a las contras de los riojanos y permitiendo ver grandes paradas de Carlos Calle, que llegaba a detener hasta cuatro contraataques.
A pesar de este inicio desacertado, poco a poco se retomó el ritmo y las sensaciones del final de la primera parte, con un Logroño encontrando huecos en la defensa local y con un Zamora falto de acierto en ataque. Así, el resultado final sería de 23-31. Una derrota que deja al Balonmano Zamora una jornada más como farolillo rojo.
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