El BM Zamora disfruta ante un rival directo en el Memorial Manuel Camba antes del arranque liguero

Con una primera parte excelsa que acabó con cinco goles de ventaja (19-14), el cuadro local supo gestionar la renta en un partido que terminó más parejo de lo deseado y que acabó con triunfo de casa por 31-26

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BM Zamora Enamora   BM Alcobendas  (16)
BM Zamora Enamora BM Alcobendas (16)

La temporada se acerca y a falta de siete días para el arranque el Balonmano Zamora Enamora tenía en su propia casa la mejor prueba posible para medir su nivel. Con motivo de la disputa del XXI Memorial Manuel Camba, los pistachos recibían a un rival de su propia liga, el Balonmano Alcobendas.

Los madrileños llegaban como el mejor rival posible al ser un clásico del segundo escalón nacional, al igual que unos zamoranos que buscan seguir creciendo este curso de la mano de su entrenador Iván López. Dos equipos que desde el arranque mostraron su orgullo y su certeza de que, a nada para empezar la liga, el nivel de intensidad debía ser el mismo que en un partido oficial.

Con ataques de tú a tú, el marcador estuvo apretado hasta el ecuador de la primera parte, cuando los de casa fueron capaces de despegarse ligeramente. Con dos goles de ventaja se llegó al minuto 20 de partido, cuando el 12-10 logrado a base de ataques rápidos y verticales dejaba al BM Zamora por delante. Ritmo competitivo que se mantuvo a costa de un BM Alcobendas duro en defensa, incapaz de frenar las llegadas zamoranas y que se fue al descanso con un 19-14 en contra.

La regularidad fue la gran noticia en la segunda parte. Ante un equipo acostumbrado en ocasiones a perder ritmo, la imagen del curso 2022/2023 parece ser diferente en este Balonmano Zamora Enamora.

Constantes en defensa, cerrando espacios y segundas llegadas, a la par que rápidos y contundentes en ataque, los pistachos supieron gestionar su ventaja para irse hasta los seis goles de ventaja con el 24-18 a los doce minutos. Pero el arreón visitante terminó llegando y surtiendo efecto, llegando a los poco menos de diez minutos finales con un apretado 27-24 que dejaba todo por decidir.

En ese momento apareció el juego más clásico del equipo de casa. Contraataques como gran baza para gestionar el pequeño colchón del marcador y, además, cansar a un Alcobendas con dificultad para frenar a los pistachos a campo abierto.

Maide dio alas al equipo con un gol llegando desde atrás que se tradujo en el 30-26 a falta de dos minutos, lo que sumado a dos paradas de Víctor Doval fue el respiro de tranquilidad definitivo para asegurar una victoria que terminó llegando por 31-26.

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