El BM Zamora saltaba este sábado al parqué del Ángel Nieto con la esperanza de abandonar el farolillo rojo de la División de Honor Plata Masculina en el útlimo partido oficial del año 2023 para el conjunto pistacho. Enfrente se encontraba un Handbol Mallorca que llegaba también necesitado de puntos y victorias para poder alejarse de los puestos de descenso y que, además, contaba en su cuerpo técnico con Rolando Uríos, leyenda de la selección española. El feudo zamorano se había convertido en una fiesta incluso antes de comenzar el partido, con el homenaje a María O'Mullony y la tradicional lluvia de peluches para que en navidades nadie se quede sin el suyo.
Del mismo modo, la hinchada pistacha no paró de animar y convertir el pabellón en una caldera. No obstante, ello no fue suficiente para que, en una primera parte con controvertidas decisiones del cuerpo arbitral, los visitantes lograran irse al descanso con una ventaja de cuatro goles en el marcador, 10-14. La premisa para los de Diego Soto era clara de cara a la segunda mitad: había que remontar el encuentro.
Tras una primera mitad con un BM Zamora frágil en defensa, una de las claves de cara al segundo acto debía ser apuntalarse en defensa y empezar a construir desde abajo para lograr recortar distancias. Los Viriatos, empujados por la afición, no lograban dar con la tecla para hacer daño real a los rivales, que cerca del ecuador de la segunda mitad ya ganaban por 14-19.
Los de Diego Soto se sostenían en la pelea gracias en gran parte a los goles de Rafael Paulo, y vieron también algo de luz con el cambio en la portería dando entrada a Edmilson en sustitución de Víctor Doval. A raíz de esto, el BM Zamora parecía haber dado con la clave y los zamoranos recortaban distancias también con un Anderson Silva muy acertado de cara a gol. Así, los de Diego Soto se ponían a tan solo dos goles de los puntos y el Ángel Nieto seguía aumentando la tensión a cada jugada.
El conjunto visitante volvía a ampliar la diferencia a cuatro goles y el cronómetro jugaba en contra de los zamoranos, que no querían irse al parón con el amargo sabor de la derrota. Así, los locales, ya volcados en ataque, salieron a buscar la superioridad y, para las fases defensivas, Víctor Doval regresaba al arco. El tiempo se agotaba y, a falta de minuto y medio para el final, eran cuatro goles los que separaban a los pistachos de, al menos, poder puntuar.
Finalmente, sonaba la bocina y el BM Zamora caía por 22-24 en un choque en el que no estuvo especialemente acertado y finalizaba el último partido del año con el sabor de una derrota que resonará durante todo el parón. La situación cada vez se torna más complicada para los Viriatos y gran parte de lo que durante el partido son ánimos atronadores, tras el final se convierten en murmullos sobre un equipo que atraviesa un momento tremendamente complicado.
GALERÍA | Así ha sido la derrota del BM Zamora en el Ángel Nieto
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