No hubo machada. El Zamarat explotó todas sus armas, se entregó con una fe encomiable y llegó a ganar por más de diez puntos, pero el Spar Uni Girona fue, simple y llanamente, mejor. Las catalanas reaccionaron tras un inicio dubitativo y terminaron imponiendo su superioridad en todos los aspectos del juego. La inteligencia de Jordana y la capacidad atlética y anotadora de Gray decantaron la balanza. Con ellas como referencia, el equipo de Miguel Ángel Ortega desarrolló todo su potencial para terminar con cualquier conato de tentativa rival.

Eso sí, en los primeros minutos al campeón le tembló la mano en el Ángel Nieto. El Zamarat, sin Sabrina Cinili por lesión, según informó el club, salió con tres 'pequeñas', Delgado, Van den Adel y Simpson, y con sus referentes en la pintura, Silva y Svitlica, y exploró en las debilidades de su rival, sorprendido por el brío de las locales. Desde el perímetro y por el interior, las naranjas abrieron un agujero en su rival y en el marcador (18-9 al final del primer cuarto).

La defensa de las naranjas encerró en los primeros compases a Gray y se aprovechó del desacierto y la aparente falta de interés del resto. Daba la sensación de que el Zamarat quería más ante un Spar Uni Girona que se limitaba a sobrevivir a base de talento, pero, tras un triple de Aliaga que elevó la diferencia hasta la máxima del partido (23-12), la reacción de las catalanas sobrevino. Y fue como un ciclón.

El equipo de Miguel Ángel Ortega lo metió casi todo en el segundo cuarto. Simpson sujetó a las locales con dos triples balsámicos, pero para entonces el torrente anotador de las visitantes y su zona defensiva habían cambiado por completo el duelo. El Zamarat ni siquiera pudo aguantar la ventaja psicológica de irse por delante al descanso (32-36).

A la vuelta de vestuarios, las mujeres de Lucas Fernández recuperaron el entusiasmo a ráfagas. Las naranjas llegaron a ponerse a dos, pero nuevamente el dúo formado por Gray y Jornada echó un jarro de agua fría sobre las locales y sobre su público, feliz con la entrega de las suyas y resignado al poderío rival.

Antes de cerrar el parcial, un nuevo arranque de arrestos encabezado por Sofía Silva volvió a devolver la emoción al partido por momentos (49-53), pero ahí se terminó el gas de un Zamarat que terminó pagando su falta de rotación y el lastre del castigo constante al que le sometió su rival durante todo el partido. El martes, una nueva batalla en Bembibre.

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