En una tarde apetecible, el césped del Ruta de la Plata fue el gran protagonista por la debilidad del mismo. Circunstancia que empobreció el juego donde el Zamora CF dominó en el arranque, encerrando a una SD Compostela que, justo antes del descanso, acalló a la grada con el 1-0 en un error de Fermín. Golpe al que respondió Julen Castañeda en el minuto 62 en una segunda mitad donde los rojiblancos dominaron y asfixiaron a los gallegos, encontrando el segundo con un disparo de Cañizo en el tiempo de descuento.
Dominando el balón y moviendo el juego de un lado a otro. Así saltó el Zamora CF al terreno de juego, aunque sin la capacidad de generar demasiado peligro a Pato Guillén. El guardameta gallego tuvo trabajo, pero no en exceso y siempre con la sensación de que el gol no iba a llegar.
Hubo que esperar hasta el minuto 23 para vivir la ocasión más clara en un mano a mano de Luis Rivas en el que cayó al suelo en el momento de disparar, dejando en nada la oportunidad. El apagón ofensivo salió caro y es que el Compostela tuvo acercamientos como fue un córner muy cerrado que tuvo que sacar el portero, pero encontró la suerte en el minuto 41 con un error de Fermín Sobrón en una mala salida donde saltó y Parapar aprovechó para hacer el 0-1.
El Zamora CF saltó con más fuerza tras el descanso y Baldrich tuvo la primera con un cabezazo que sacó la zaga visitante. Aviso a navegantes de que las intenciones no eran otras que marcar y sacar los tres puntos.
Buscando el gol el empeño tuvo efecto y el Ruta de la Plata disfrutó del 1-1 en el 62. El Zamora CF tuvo un córner desde la izquierda, el balón llegó al corazón del área, fue mal despejado y le cayó a un Julen Castañeda que dentro del área remató con todo para hacer el empate.
El gol encendió a todos los rojiblancos, tanto en el terreno de juego como en la grada, y apagó a un Compostela que quedó a merced de los locales. Encerrados atrás, la defensa compostelana no paró de despejar cualquier balón que llegaba a su área, especialmente a través de centros de un Carlos Ramos que, además, tuvo una falta desde la frontal que no se fue muy desviada.
Michel Alonso intentó dar aire a sus jugadores con cambios en los instantes finales, aprovechando a su vez para frenar el ritmo de un Zamora volcado en ataque. Pato Guillén fue el héroe del Compostela en el minuto 86 cuando se lanzó en plancha para despejar de puños un centro lateral muy peligroso.
El Zamora no bajó los brazos y la suerte llegó en el descuento con un tiro de Cañizo dentro del área. El delantero ajustó el disparo al palo largo y evitó que Pato Guillén pudiera desviarlo, generando la locura en una grada que se quedó con la alegría hasta el final para festejar unos tres puntos muy sufridos.
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