Carlos Pérez, el árbitro zamorano de Segunda B que lucha contra el coronavirus como médico

El joven zamorano es médico internista en el Hospital Santos Reyes de Aranda de Duero.

 Sin título 1
Sin título 1

Que practicar deporte te da perspectiva, desahogo y libertad no le queda la menor duda a nadie. Además, ser árbitro aporta un plus de reflexión, en momentos complicados y de presión, que algunos de los colegiados en el Comité de Árbitros de Castilla y León utilizan estos días en sus profesiones dentro de los complejos hospitalarios de la Comunidad.

Ser árbitro y pertenecer al mundo sanitario se está viendo que puede ser una buena mezcla en estos días interminables, llenos de situaciones complicadas. La vocación de ambas labores sale dos lugares bien parecidos: la entrega y el sacrificio de quien las practica.

Uno de esos casos es el de Carlos Pérez, médico internista en el Hospital Santos Reyes de Aranda de Duero. A este árbitro zamorano de Segunda División B el destino le ha puesto en primera línea de batalla. Cuenta al gabinete de comunicación de la Territorial de Fútbol, a través del teléfono en su día de descanso, como atiende, con todas las precauciones posibles, a jóvenes y mayores infectados del nuevo virus. El protocolo sanitario no es sencillo, relata, y es un proceso tedioso recibir al paciente, comprobar si es positivo, esperar resultados, suministrarle antibióticos o retrovirales según qué casos, vestirse y desvestirse con el traje de protección…

“Ser árbitro me ha ayudado a tener capacidad para tomar decisiones difíciles. Mis pacientes me exigen respuestas y yo sé que, cuanto más esperada es esa respuesta, más reflexivo debo ser, al igual que en el arbitraje. Visualizo la situación, lo que está pasando, para estar seguro de la respuesta. Puede valer para el arbitraje y para la medicina”, argumenta.

Carlos no ha disfrutado del fútbol como a él le hubiera gustado esta temporada puesto que lleva ´parado´ por una lesión algo más de tres meses. “Ahora estoy haciendo los ejercicios pautados por el Comité en mi casa y a esperar”, menciona.

A Carlos no se le pasa por alto la importancia que ha tenido la solidaridad de sus compañeros durante estos años para poder cambiar turnos y guardias. Esa empatía ahora la ve en los pacientes: “de verdad que se agradece mucho comprobar que la gente responde no acudiendo a urgencias cuando no es realmente necesario, por ejemplo. Ahora sí nos lo estamos tomando en serio y se tiene mucha precaución porque de verdad hay que tenerla”, finaliza.

Tienes que iniciar sesión para ver los comentarios

Lo más leído