El CB Zamora cae con la cabeza alta y ve truncado su sueño de play-off

Pese a intentarlo hasta el final, los blanquiazules sucumben ante un rival que lucha por permanecer en la Primera FEB y ven muy complicado hacerse un hueco en los puestos de promoción

CB Zamora- Alega Cantabria
CB Zamora- Alega Cantabria

El CB Zamora es como un niño que sueña a lo grande, que no pierde la ilusión por alcanzar lo que persigue. El último partido en el Ángel Nieto fue emotivo. Hace apenas unos meses un pequeño equipo debutaba en la segunda competición nacional como aquel debutante que salta al parqué con miedos, pero con ilusión. Y el CB Zamora ha terminado por superar todas las expectativas. Llegará alto si es con ese empuje, valentía y carácter que muestra en cada partido. Con la derrota ante el Alega Cantabria (71-82), el CB Zamora se despide de su casa y ve complicado colarse en los puestos de play-off a la Liga Endesa. Puede andar con la cabeza alta, su año ha sido ejemplar. Aún no está todo por decidir, pero el traspié lo complica. 

A todo ritmo y como si fuera una tormenta que no da tregua. El partido entre el CB Zamora y el Alega Cantabria fue electrizante, con mucha velocidad y goteo contante de canastas. Los blanquiazules fueron los primeros en oír el sonido de las redes de la canasta, con un Jordan Walker manejando los tempos del partido. Sin embargo, el Alega Cantabria contestó con un triple. 

Las canastas se sucedieron. Saulo Hernández hizo rotaciones, mientras el Alega Cantabria iba rompiendo la igualdad. El CB Zamora cometió imprecisiones y eso su rival lo aprovechó. Littleson anotó 12 de los 22 puntos que había sumado su equipo en el primer cuarto (17-22).

La pólvora siguió intacta. La nutrida hinchada cantabra llevó en volandas a los suyos. Littleson anotaba de tres y Kande lo hacía desde la línea de tiros libre (19-31). 

Fue entonces cuando Saulo optó por la fórmula mágica, la dupla Jordan Walker-Powell, tampoco funcionó. El Alega Cantabria era duro como una roca en defensa y venenos como una serpiente en ataque (21-36).

El CB Zamora se desquició. Saintel rompió la sequía después de unos minutos en blanco. Nikic agarró un rebote defensivo y Walker hizo lo propio. La desventaja se redujo a los 9 puntos (25-36). La alegría fue efímera. Bediako vio aro por partida doble y la desventaja se estableció en los 17 puntos (25-42).  Fin a una primera parte mala (28-47).

El CB Zamora saltó al parqué en el tercer cuarto con la dificil tarea de dar la vuelta al electrónico. La grada vibró con cada ataque fructifero y lamentó los fallos. El conjunto cantabro no fallaba. Sabe que se está jugando la vida y cuando hay ganas de mantener la categoría, no hay que pedir empuje ni intensidad. Al último cuarto se llegó con el 54-68 en el electrónico. 

Zaid Hearst se elevó entre todos, Pauksté cumplió desde la línea de tiros libres, Toni Naspler robó y Walker protagonizó una bandeja para reducir la desventaja a solo 8 puntos (60-68). Corazón, coraje y honor para un CB Zamora, que no perdió la fe en cambiar el guion (65-72). Cada acción en el último cuarto fue vital. El gigantón Bulik metió una de esas canastas poco vistas. La dirección de la bola fue por detrás del tablero y acabó en el aro. Pese a intentarlo hasta el final, el CB Zamora acabó cayendo (71-82). Honor también para Littleson, que acabó con 33 puntazos.

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