El CB Zamora no pudo brindar a su público el Trofeo Diputación de Zamora en su edición número 45. El primer test de pretemporada fue una muestra de la exigencia de la Primera FEB. Su rival era un poderoso Baloncesto Fuenlabrada que demostró su derroche físico en el tercer y segundo cuarto para imponerse. Los blanquiazules plantaron cara, se fueron en ventaja en el primer cuarto y mantuvieron el pulso, pero el acierto no acompañó.
No podría ser de otra forma. La presentación del CB Zamora ante su público, sobre el recién estrenado parqué del Ángel Nieto, tuvo que se con un triple de Hanzlik. Había ganas de ver botar la pelota y eso se notó en un pabellón plagado de camisetas blanquizules.
En los primeros minutos se pudo ver a un CB Zamora intenso defensivamente y rápido en ataque. Walker y Powell fueron pura electricidad. El 2+1 de Hanzlik desató la euforia en el pabellón (12-5). El Baloncesto Fuenlabrada estaba irreconocible por su inoperancia en ataque. La carta de presentación de Zaid Hearts fue buena en este primer cuarto, con varios anotaciones que posibilitaron a los blanquizules escaparse en el marcador y cerrar el primer cuarto con diez puntos de ventaja (20-10)
En el segundo cuarto, el Baloncesto Fuenlabrada buscó meterle más velocidad a su juego con un Zurbriggen que salía como un cohete nada más coger el balón, pero la efectividad no estaba del su lado. Se lo tomó en serio el CB Zamora a la hora de cerrar todos los caminos al aro, no cedían ni un metro al rival, muestra de ello fue la intensidad con la que el gigante Paukste emergía bajo el aro.
Tras la canasta de Naspler (23-12), los pupilos de Saulo se griparon y el aroma de la canasta no llegaba a su olfato. Saintel no acertó en sus decisiones y se acumularon faltas, lo que permitió que el Fuenlabrada fuera reduciendo, a cuentagotas, la brecha desde la línea de tiro libre hasta colocarse a sólo dos puntos, con un Dee acertado desde el perímetro (23-21). Saulo Hernández sacó a Powell para inyectar energía y su entrada se notó con la anotación de varios puntos desde el tiro libre y una canasta del propio base americano (29-23). El bloque madrileño despertó y consumió la remontada con siete puntos anotados liderados por Cruz (29-30), aunque Hanzlik igualó (30-30).
El regreso a pista fue impetuoso. McGrew y Munnings impulsaron al Fuenlabrada (30-35), pero eso solo hizo que el CB Zamora sacara su orgullo. A Powell le gusta el rock and roll, el ritmo alto en el que la velocidad se impone a la circulación lenta. Buckingham, Walker y el base norteamericano protagonizaron unos espléndidos minutos en los que el Zamora se volvió a poner por delante (41-39), pero el Baloncesto Fuenlabrada tiene a jugadores experimentados en mil batallas para moverse en momentos de tensión. Westermann y Cruz son dos gigantes que se mueven con agilidad.
El triple de Jorgensenn (43-50) provocó que Saulo Hernández solicitara tiempo muerto para frenar la sangría de puntos. La desventaja se movía en los siete puntos. Córdoba convirtió un triple e hizo rugir a la grada, pero Matulionis, sobre la bocina, abofeteó replicando otro tiple para encarar el último cuarto con ventaja (50-56).
No estaba cómodo, no tenía buenas sensaciones el CB Zamora. A la blandura defensiva se sumó el desacierto y las pérdidas de balón en ataque. Hearts fue un pequeño faro en ataque. Anotó, penetró a canasta y forzó faltas (56-69), pero el Fuenlabrada seguía gozando de una jugosa ventaja de 15 puntos. A falta de un minuto y medio para el final, Maticiuc clavó un triple (66-79) para incredulidad zamorana. La nota positiva la puso el canterano Arranz con su debut. El CB Zamora no acertó su última posesión y el primer test de pretemporada se cerró con un resultado de (67-81).
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