Después de la primera toma de contacto, la sensación que existe en el seno blanquiazul es que se va a poder estar de nuevo en la línea de salida, siendo un año más el único equipo que participaría en todas las ediciones que se han disputado de la LIGA EBA, pero aún quedan flecos por cerrar antes de tomar esa decisión.
Incuso, desde la Federación se ha ofrecido semanas atrás la posibilidad al equipo zamorano de participar en la LEB Plata, al haber participado en la Fase de Ascenso y probablemente no completar las plazas en dicha liga. Dicho ofrecimiento ha sido analizado y rechazado por la directiva del club, al no encontrar los apoyos económicos que se necesitaría para esa categoría (65.000 - 70.000 euros más que en Liga EBA).
Así pues, la intención es continuar la línea ascendente que se ha seguido en las últimas temporadas y, si es posible, mejorar el extraordinario resultado conseguido hace poco más de un mes, con la clasificación por primera vez en 20 años, a una Fase de Ascenso.
Aunque tiempo habrá más que suficiente para hablar del proyecto deportivo (la FEB ha marcado el inicio de la LIGA EBA para el 9 de noviembre), la sensación que existe en el seno del club blanquiazul es que habrá que rehacer el equipo prácticamente desde cero. Es probable que varios de los jóvenes jugadores que han brillado esta temporada pasada encuentren acomodo en ligas superiores o equipos de la misma liga con mayor capacidad económica. De cualquier forma, la primera opción pasará por intentar al menos retener a la mayoría de ellos, ofertando una vez más una formación y progresión más allá de lo económico.