El CB Zamora se presentaba ante su afición en la segundajornada liguera. Antes del choque, los zamoranos recogieron el trofeo de campeones del Castilla y León ante su afición. Unos fieles que tenían la ilusión de ver ganar a los suyos ante el Igualatorio Cantabria trasperder en el estreno en tierras riojanas. Una misión que pareció propicia y cercanadurante la primera parte del encuentro.
Los de Saulo se fueron por delante en el marcador en los dosprimeros cuartos, mostrándose seguros atrás a la hora de secar a los cántabrosy con buena capacidad de movimiento en pista contraria, pese a tener diversasimprecisiones de cara al aro.
Javi Beltrán, Walter Junior y Libroia fueron los másdestacados en esos momentos. Los dos primeros dominaron bajo el aro,controlando los rebotes y haciéndose fuertes en los ataques rivales, mientrasque el italiano fue capaz de mover el balón y hacer jugar a sus compañeros confacilidad.
Así se fueron los zamoranos al descanso, donde losasistentes se encontraron con una rifa y varios regalos. En ese momento, seterminó la suerte de los locales en el Ángel Nieto.
El tercer cuarto mostró caras muy distintas sobre el parqué.Los de Saulo Hernández volvieron a la pista con mayor fragilidad e incapacidadpara anotar. Todo ello, sumado a la mejoría de los cántabros cerró el marcadorcon una ventaja de 26 puntos para un Igualatorio Cantabria que se iba hasta los62 puntos.
Los fantasmas de la derrota volvían a sobrevolar al CBZamora. Una sensación que con el paso de los minutos se fue certificando. Pesea las intentonas, los jugadores locales trataron de romper una defensa que noles dejó recortar distancias. Finalmente, el CB Zamora cerró la segunda jornadacon el asalto cántabro en el pabellón Ángel Nieto. El marcador se apagó con uncontundente 64-80 que deja a los chicos de Saulo Hernández en la zona baja dela tabla con dos derrotas en las dos primeras jornadas ligueras.