Era una tarde histórica y Zamora respondió como merecía la situación. Apoyando a los suyos en todo momento, el pabellón Ángel Nieto dejó claro que respira pasión por el baloncesto y llenó sus gradas de una afición cargada de emociones e ilusión. Con más de media hora por delante el recinto ya estaba repleto de seguidores, quienes caldearon el ambiente y arroparon a la plantilla y el cuerpo técnico del CB Zamora para su cita más importante hasta la fecha: la Copa LEB Plata en su propia casa.
Con un sonido ensordecedor a causa de los aplausos, el partido arrancó por todo lo alto con Paukste y Kody saltando por la primera posesión. Un salto que se llevó el lituano, pero que acabó en las manos de un Odilo Cartagena que anotó rápido de tres por medio del propio Kody. Por su parte, Paukste tuvo la primera del CB Zamora, pero el colegiado señaló pasos del pívot en su entrada a canasta y el marcador se contuvo en el 0-3.
Tuvo que ser Round el encargado de anotar la primera canasta zamorana. El británico encestó desde la esquina en una jugada donde Powell tuvo la oportunidad de tirar a canasta desde fuera del perímetro, pero decidió penetrar y abrir al escolta. Intercambio de golpes al que se sumó un Alonso Cuevas que firmó cinco puntos en dos acciones seguidas -una bandeja tras robo y un lanzamiento de tres- para poner el 3-8.
Los primeros minutos fueron de presión para un CB Zamora que se encontró frente a sí a un Cartagena serio, concentrado y que no dudó a la hora de cargar los lanzamientos. Rapidez en el juego que fue ganando también el cuadro de Saulo Hernández, especialmente gracias a un Powell que logró cinco puntos consecutivos para hacer el 10-12. A partir de ahí llegaron los mejores minutos, por el momento, de un conjunto que disfrutó sobre la pista y lo dejó patente con un alley oop de Powell a Paukste para el 12-14.
Dominio que sirvió para dar la vuelta al marcador a falta de 2.42 para el final del primer cuarto, con un triple de Powell y un mate de Paukste, los dos jugadores más determinantes de los diez minutos iniciales (17-14). Pero Garuba quiso apaciguar los ánimos de fiesta en la grada y con un tiro de tres volvió a poner a los cartageneros por delante, un acierto que también tuvo Beraza. Minutos de locura que acabaron con un triple de Peris sobre la bocina y el 22-26 en el marcador.
Las revoluciones no bajaron en el segundo cuarto. El CB Zamora apostó de nuevo por la velocidad y el juego exterior frente a un Odilo Cartagena que en ataque también buscó salir del perímetro, pero atrás lo hizo por la figura de la defensa en zona. Peris tuvo la primera con un triple liberado, logrando el 25-26 antes de que el pabellón se encendiese por completo con los dos tiros libres errados por Garuba.
El CB Zamora forzó los errores en ataque de los visitantes, encimando al lanzador y colocando dos tapones decisivos para lograr un parcial de 11-0 (33-26) con dos canastas de Paukste, dos libres de Peris y una bandeja de Buckingham. Un rendimiento que afectó a un pabellón que vio como el videomarcador dejó de funcionar justo cuando el técnico cartagenero reclamó tiempo muerto y el ‘A por ellos, oé’ resonaba en la grada.
El problema técnico no bajó el ritmo en una reanudación donde Saulo sorprendió a todos con tres exteriores en la pista -Powell, Naspler y Peris-, una apuesta más que evidente por el ritmo y el tiro exterior. Menos altura que menguó todavía más con la entrada de Shelist por Paukste, pero que generó problemas en defensa al cuadro de Jordi Juste.
La ventaja llegó a ser de nueve a falta de tres minutos gracias a otro triple de Peris, pero Beraza respondió al instante. La defensa fue clave a partir de entonces, con las cinco faltas por bando, Shelist colocó un tapón y Jordá permitió al CB Zamora tener una posesión más al cometer pasos. Peris se destapó con su mejor primera parte del año con otro triple -llegando a los 18 puntos- y colocando el 48-37 después de que Shelist rompiese a toda la defensa visitante con un movimiento imposible debajo del aro. El showtime llegó personificado en el CB Zamora, con un nuevo alley oop y otra ‘chapa’ de Shelist que dejaron el marcador en un claro 50-39 al descanso.
Cartagena anotó primero tras el descanso -con un nuevo triple- y Paukste se convirtió en el mejor del CB Zamora en los instantes iniciales. Con dos rebotes defensivos y una canasta, el pívot fue infranqueable y llegó a agotar la posesión de los rivales en una jugada interminable. El lituano dejó hueco en la pista a Shelist, cambiando la defensa de un CB Zamora que apostó por menor envergadura a favor de mayor movimiento. En ataque los zamoranos continuaron a lo suyo y Toni Naspler puso el más doce en el marcador con una entrada donde se fue de dos defensores en dos pasos (58-46).
Paukste entró de nuevo a la pista y se colocó junto a Shelist como garantes del aro, dos piezas que destrozaron psicológicamente a las de un Cartagena muy incómodo en los rebotes y que vio como Alonso Cuevas se ponía con cuatro faltas personales. Un problema para un Jordi Juste que tuvo que hacer cambios en la pista para evitar quedarse sin una de sus piezas clave, pero que pagó esta situación con menos peso en la defensa y Round lo aprovechó para encestar de tres para el 61-51.
La situación se encaminó para el CB Zamora, pues cuando en ataque la avaricia de los lanzamientos exteriores se tradujo en menor acierto, en defensa el equipo siguió sólido y Cartagena falló varios tiros clave. Una dualidad que mantuvo la distancia en los dos dígitos gracias a otro triple de Jacob para cerrar el tercer acto con el 64-53 y con toda la grada en pie.
Los cuentos tienen intrínsecamente un final feliz, y el del CB Zamora con la LEB Plata en esta tarde de sábado no fue menos. Si bien alguien pudo pensar que la presión podía llegar a influir en el último cuarto, Paukste emergió de nuevo como nombre propio. El más grande por estatura también demostró serlo en la pista por determinación en el arranque con cuatro puntos repartidos en una canasta y dos tiros libres. Tres canastas y cuatro puntos que frenaron a un Cartagena volcado (68-57).
Los amarillos apretaron el juego y se colocaron tres abajo con un parcial de 0-8 acompañado de decisiones arbitrales que no gustaron a la grada. El nudo de una historia propia en el asalto decisivo, donde el objetivo se puso cuesta arriba, pero en la que los azulones tuvieron claro su papel protagonista. Porque, esta vez sí, la Copa LEB Plata no era algo ajeno como en la primera final que disputó el equipo en 2018. Y el equipo lo demostró con fuerza mental y una respuesta en forma de parcial de 7-0 para volver a poner la diferencia casi como al fin del tercer cuarto (75-68).
El pabellón arrancó a cantar en un tiempo muerto a falta de tres minutos al cual se llegó tras un mate de Paukste. El lituano enloqueció a una afición rendida a los suyos, aquellos que habían puesto la ventaja en nueve puntos. Sin embargo, como suele pasar en los cuentos mágicos, justo antes de celebrar ocurre algo que parece apagar la fiesta, y en este caso fueron nueve puntos de un Cartagena que igualó el marcador a 77 con un minuto y 28 segundos en el reloj.
Buckingham falló entonces un lanzamiento de media distancia y Cartagena encontró un saque de fondo ante la canasta zamorana. Pero Jordá erró un pase y le dio el balón directamente a Powell, aunque este no lo aprovechó y el empate continuó a falta de cinco segundos y dos décimas. Una igualdad que, para darle más emoción, llevó el partido a la prórroga.
Los cinco minutos decisivos dieron comienzo con un error de Cartagena y uno del CB Zamora. Pese a todo, la agonía de la afición duró un poco más con dos tiros libres errados por Shelist, dos errores que no tuvo Cartagena desde la misma distancia. Con el marcador en contra, Pauskte emergió de nuevo en la zona para hacer el 79-79.
Con los cartageneros de nuevo por delante, el CB Zamora pecó de avaricia y falló dos tiros de tres con el 79-81. Una diferencia que amplió Alonso Cuevas con un tiro libre a falta de un minuto y con Shelist descalificado. Una recta final donde Peris apagó el reloj, saltó desde el perímetro y cargó el brazo para lanzar un balón que sobrevoló un pabellón que quedó mudo hasta que el balón entró. 82-82 con siete décimas de juego. Otra nueva prórroga.
La oda al baloncesto prosiguió en el recinto zamorano, pero el susto final terminó y la historia fue condescendiente con unos héroes que no dejaron de luchar y que acabaron festejando una tarde de locura, de baloncesto y donde el nombre del CB Zamora quedó en los libros de la historia del baloncesto español.
Paukste anotó un tiro libre desde la línea más comenzar el segundo tiempo extra, fue respondido por Beraza pero Powell hizo lo propio con un triple que dejaba la ventaja en un más dos. Alonso Cuevas trató de replicar, pero el cuento ya tenía nombre propio y no era otro que el del CB Zamora.
Los locales visitaron la línea de tiro libre gracias a Paukste, quien forzó la última falta de Blat y llevó el marcador al 87-84. Tres puntos arriba que levantaron el ánimo de todos los presentes, si bien Cartagena empató de nuevo. Drame estrenó su casillero con una entrada a canasta y recogió un rebote ofensivo decisivo con el 89-89 presidiendo el recinto.
La acción sirvió también para sacar una falta y lograr un punto. Instantes finales donde la línea de personal fue clave, con otro lanzamiento bueno de Paukste para el 91-89. Dos puntos que se mantuvieron ahí gracias a otros dos rebotes del lituano, dejando la copa en casa y poniendo a Zamora en el último párrafo de un libro de la Copa LEB Plata que ya tiene al CB Zamora como uno de sus ganadores gracias al definitivo 95-89
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