Volvía al Ángel Nieto el CB Zamora, que recibía la visita de Albacete Basket, tercer clasificado y que podía igualar a Morón y colocarse con 17 victorias, muy lejos de las 21 que ya tienen los zamoranos y que les sitúa matemáticamente en el primer lugar y con tan solo en juego ese factor cancha para la final de ascenso a LEB Oro.
Y el partido comenzaba bien para los zamoranos, que veían cómo su juego coral, capitaneado por Powell y secundado por Buckingham, les hacía aventajarse en el marcador y coger una renta de doce puntos, 28-16, al final del primer cuarto.
El rodillo seguía por parte local, algo a lo que los pupilos de Saulo Hernández han acostumbrado a la parroquia zamorana. El roster sumaba, defendía, encontraba buenas situaciones en ataque y el parcial del segundo cuarto era similar al del primero: 29-19. Una nueva ventaja que se reflejaba en el marcador con un abultado 57-35.
El ‘más 22’ era notorio y hablaba por sí solo. El vendaval zamorano era imparable y el tercer cuarto siguió la misma tónica que los anteriores: muy pocos puntos del rival, tan solo trece, y festival anotador de los de Hernández, que sumaban casi 20 puntos para colocar el 75-48 en el final del tercer cuarto.
A partir de encarrilarlo, muchos ojos se iban a Benicarló, donde se miraba de reojo una posible derrota de Cartagena. Y así fue: 77-71 a favor de los valencianos y el CB Zamora, que finalizaba su contienda con un contundente 92-69, certificaba matemáticamente el factor cancha para la final de ascenso a la LEB Oro.
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