El ciclista del Zamora Enamora, Pau Torrent, recibe el alta médica tras once días ingresado

El corredor del conjunto zamorano sufrió un aparatoso accidente disputando la clásica de Valladolid

Pau Torrent
Pau Torrent

El ciclista del Zamora Enamora, Pau Torrent, ha recibido el alta médica después de once días ingresado en el Hospital Río Ortega de Valladolid. 

El ciclista del conjunto zamorano Pau Torrent, se veía envuelto en un accidente en la clásica de Valladolid y se llevaba la peor parte al golpear de manera muy dura contra una farola. Rápidamente era atendido por las asistencias médicas de carrera y trasladado al hospital de Valladolid con un pronóstico grave, donde fue ingresado directamente en la UCI del sanatorio vallisoletano.

Allí, tras una recuperación milagrosa, el pasado miércoles ya era plenamente consciente de todo lo ocurrido y recibía la visita del mánager del club, Manuel Campesino, quien se mostraba sorprendido con la rápida mejoría de su pupilo: ''Hemos pasado de estar hundidos el lunes por lo que nos trasmitían los doctores, a dos días después encontrarnos con un Pau que hasta hacía bromas'', señalaba.

Este miércoles, ''después de haber sufrido por y con él'', tal y como reza el mensaje publicado por el club, el corredor vuelve a casa para terminar de recuperarte antes de subirse de nuevo a la bicicleta del Zamora Enamora.

Pau abandonaba tierras vallisoletanas para poner rumbo a su casa en Girona, con el balance de una clavícula, una escápula y un dedo rotos, además de una fisura en el esternón y con los dolores lógicos de la intervención de varias horas en la columna vertebral, que hará que tenga que seguir estando bajo la vigilancia y revisión continua de los médicos en Cataluña.

Pau Torrent a las puertas del hospital hacía la señal de victoria, muy consciente de que su mayor triunfo en todos los años que lleva siendo ciclista lo conseguía fuera de las carreteras. Las primeras palabras de Pau fuera del complejo hospitalario eran dedicadas precisamente a todo el personal sanitario que ha estado todos estos días a su lado: “Voy a estar en deuda con toda la gente del Hospital Río Ortega de Valladolid. Puedo decir sin miedo que gracias a su labor me han dado una segunda oportunidad y eso jamás podré olvidarlo. Además, el cuidado y trato que me han dado, al igual que a toda mi familia, ha sido soberbio”.

También se acordaba de su equipo Zamora Enamora: “Me siento un afortunado por ser ciclista del Zamora Enamora. Ya era consciente que estaba en un equipazo, pero en estos momentos tan duros me han demostrado que puedo confiar en ellos al 100%. Manuel Campesino, Iván Rodríguez y Mayte Bermejo se han volcado conmigo, al igual que todos los compañeros y resto del staff que, además de estar todos los días pendiente de mí y mostrarme su apoyo, han venido a verme como Gabriel Ochando. De verdad, que son mi otra familia”.

 

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