El día se presentó frío y con niebla, dando inicio a las diez de la mañana por las calles de Vimioso, continuando por los caminos de Tras os Montes, próximos a la raya, hasta la pequeña aldea de Vale de Pena. Allí esperaba un buen tentempié ofrecido por la organización a base de productos típicos para recargar pilas; y es que lo mejor estaba por llegar.
La orografía portuguesa no defraudaba y a los participantes les esperaban unas rampas empinadas y un poco de barro, aunque por lo general los caminos estaban en buen estado. En definitiva, un buen día de los componentes zamoranos con los vecinos el país luso.